Los pequeños que muestran alta capacidad en una o más áreas tienen que afrontar diversos retos en la escuela y en su entorno. Y uno de ellos es el de que sus emociones son juzgadas con incomprensión:
- Muestran reacciones emocionales que encontramos exageradas. Automáticamente hacemos la ecuación de que son hipersensibles como un rasgo negativo que debe ser rectificado.
- Muestran un alto nivel de auto-exigencia y cuando no se sienten contentos con un trabajo que a los demás nos parece «bien», automáticamente hacemos la ecuación de que son hiper-perfeccionistas, como un rasgo negativo que deben ser rectificado.
- Desafían las normas y con ello la autoridad. Entonces hacemos la ecuación de que son irrespetuosos y que deben trabajar este rasgo negativo.
- Les cuesta relacionarse con los demás. La ecuación está clara, los niños con alta capacidad son «raros» y no disfrutan siendo «niños» como los demás, algo que hace sufrir a los adultos que vemos en ello consecuencias negativas para su desarrollo y, por tanto, de nuevo, trabajamos para que modifiquen esta actitud.
- En consecuencia tampoco son buenos trabajando de forma cooperativa. Son egoístas, en exceso independientes, no saben debatir, quieren tener siempre la razón, llevar la batuta, tomar las decisiones. Concluimos que son egoístas y «competitivos» de un modo insano y que tienen, claro está, que modificar esta conducta negativa y aprender a compartir su aprendizaje con el resto.
- Impacientes e intensos, lo quieren todo ya y ahora. Esta impulsividad también es algo a rectificar. O mejor, deben aprender a «aburrirse» y a dilatar su desarrollo y aprendizaje.
Emoción | Ecuación | Negación |
Reacciones Exageradas | Hiper-sensible | Conducta a Modificar |
Auto-Exigencia | Hiper-perfeccionismo | Conducta a Modificar |
Miedo al reto / fracaso | Baja Tolerancia a la Frustración | Conducta a Modificar |
Cuestionan Todo | Desafiante | Conducta a Modificar |
Aislamiento | Solitarios | Conducta a Modificar |
Falta de cooperación | Egoístas / Competición insana | Conducta a Modificar |
Impacientes | Impulsivos / Exigentes | Conducta a Modificar |
Los orientadores y centros educativas plantean en muchos casos que los alumnos con alta capacidad, antes de poder recibir un reto o estímulo cognitivo acorde a su capacidad, deben trabajar sus emociones, concebidas como un rasgo negativo que el menor debe aprender a inhibir. Mostrar algunos de estos rasgos les exime de acceder a programas de enriquecimiento y/o aceleración, pero también incluso a cualquier tipo de medida ordinaria en el aula o centro educativo.
La premisa es, pues, que «antes de retar el potencial, el alumno debe mostrar «desarrollo emocional equilibrado«.
Pero, ¿Cómo ser equilibrado emocionalmente cuando tus necesidades de desarrollo no están siendo atendidas? Como es habitual en demasiados casos -no sólo en relación a las altas capacidades-, la responsabilidad se vuelca sobre el menor. «Él o ella deben adaptarse, modificarse, motivarse, cambiar, mostrar, desarrollar«, para así encajar en el modelo que tenemos diseñado.
Los rasgos indicados se muestran en mayor o menor medida en estos alumnos. El error no estriba en que estos rasgos no se den, sino en la «ecuaciones» y «negaciones» que los adultos derivamos.
Para aclararnos vamos a abordar 3 consideraciones :
- El desarrollo de nuestras capacidades como necesidad del ser humano.
- El encaje social y la valoración personal como elementos imprescindibles del desarrollo emocional
- Razón y emoción, íntimamente relacionados.
Desarrollar nuestras capacidades, una necesidad del ser Humano.
Esta es una cuestión sumamente importante para la comprensión de las necesidades de los alumnos con alta capacidad y para romper con muchos de los frenos que limitan su atención o la consideran una cuestión menor o elitista. Todos somos sensibles para entender que un menor que ama la danza, el violín o el fútbol desde muy pequeño, DISFRUTA dedicando horas y horas al estudio y práctica de esa destreza.
Todos hemos compartido la desazón que Billy Elliot sentía cuando su padre y hermano le prohibieron acudir a sus clases de baile. Para Billy, todos lo tenemos claro, bailar era su pasión. Era lo que le hacía feliz, lo que le hacía vibrar, querer esforzarse, soñar. Deseaba bailar todo el tiempo.
En un momento de la película, cuando le esta rogando a su padre que le lleve a hacer las pruebas de acceso al Royal Ballet de Londres, su hermano le dice «eres un niño de 11 años tienes que jugar y hacer las cosas que hace un niño de 11 años». Y Billy le contesta, «yo lo que quiero hacer es bailar».
Los trabajos e investigaciones de Abraham Maslow, considerado padre de la psicología humanista o «del Ser», tienen una gran repercusión en la comprensión del desarrollo del ser humano, incluido el desarrollo emocional, sus motivaciones y sus comportamientos. («El hombre autorrealizado, hacia la psicología del Ser»)
Maslow estudió las necesidades y motivaciones del ser humano y las redujo a 2 grandes grupos:
- Necesidades básicas : que incluyen las necesidades fisiológicas (comer, beber, respirar, dormir), necesidades de seguridad (cobijo, estabilidad, continuidad, paz) y necesidades sociales (pertenencia, familia, grupo, amistades). Son pues necesidades que satisfacemos en relación a otros y que tienen un carácter cuantitativo que puede ser saciado : aparecen, se sacian, y desaparecen. Es decir, tenemos hambre, comemos, y dejamos de tener hambre. O, si vivimos en un país sin guerra, no manifestamos la necesidad de vivir en un país en paz.
- Necesidades de desarrollo : referidas al desarrollo personal y profesional de la persona. Éstas incluyen la necesidad de reconocimiento y logro, que es progresivo en dificultad (la consecución de un logro genera una nueva meta más elevada) y se va saciando por etapas (aprobar los exámenes, obtener el graduado, entrar en la Universidad o Formación elegida, obtener el título, nuestro primer trabajo y los futuros ascensos) y la necesidad de auto realización que Maslow definió como el desarrollo pleno de nuestro potencial y capacidades.
AUTOREALIZACIÓN
Vamos a detenernos en ésta última. ¿Qué sabemos sobre la auto-realización?
- Es un proceso a lo largo de toda la vida. Es decir, las personas nos orientamos hacia nuestra auto-realización, desde el momento mismo de nuestro nacimiento.
- Varía en intensidad y ritmo para cada persona.
- Esta ligada a nuestras capacidades innatas y nuestros intereses, ligada pues a un área de actividad.
- Las personas más dotadas sienten esta necesidad de una forma más intensa y precoz. Es decir, Javier Fernández, nuestro patinador olímpico, sintió desde pequeño la pasión e interés por desarrollar su potencial en el campo del patinaje sobre hielo, igual que Ronaldo o Messi empezaron a jugar al fútbol desde los primeros años.
Sentir pasión por las matemáticas, la ciencia, la filosofía, el razonamiento, la programación, el ajedrez, la poesía, la observación de patrones, la interrelación de ideas y conceptos, el humor fino, el pensamiento estratégico o creativo, no es distinto que sentir pasión por el fútbol, el ballet, la gimnasia, el violín o el piano. Desarrollarse en estas áreas cuando tienes capacidades naturales para ellas es también una fuerte necesidad que algunos niños sienten.
¿Y qué ocurre cuando nuestras necesidades no son satisfechas?
Cuando nos ponemos a dieta, pronto empezamos a sentirnos algo desanimados. Si esta dieta es muy drástica y larga, nos vamos sintiendo cada vez peor. A medida que pasan los días, nos vamos sintiendo cada vez más apáticos, desmotivados, nerviosos, irascibles, impacientes, asociales e incluso a veces, violentos y agresivos.
Así, muchas de estas conductas apreciadas en los alumnos con alta capacidad son fruto precisamente de la falta de atención a sus necesidades de desarrollo y crecimiento cognitivo. La respuesta no es «primero debe cambiar y mostrarse equilibrado», sino que para cambiar y mostrarse equilibrado, primero necesita que sus necesidades sean atendidas, ofreciéndole el estímulo, reto y entorno que su capacidad está demandando.
La atención a sus necesidades es REQUISITO previo y necesario para su DESARROLLO EMOCIONAL EQUILIBRADO.
Para ampliar los postulados de Maslow, puedes consultar : “Lo importante es que el niño, sea feliz”

El encaje social y la valoración personal como elementos imprescindibles del desarrollo emocional
Otro de los aspectos que limitan el acceso a algunas medidas educativas para los alumnos con alta capacidad, es su encaje o relaciones sociales :
- Si esta bien adaptado y tiene un nutrido grupo de amigos, entonces nos dará pena «desarraigarlo» y proponer medidas como la aceleración de curso, «para que no se separe de sus compañeros»
- Si no esta bien adaptado y no muestra tener un grupo de amigos más o menos estable y numeroso, entonces tampoco podremos acelerarle porque «antes deberá mostrar habilidades sociales», ya que «si no se relaciona bien con sus compañeros de edad a los que conoce desde hace algunos cursos, «¿cómo va a hacerlo con alumnos mayores?».
Ambas posturas parten de aceptaciones sociales más o menos generalizadas, pero que no tienen soporte desde la investigación científica en el campo de la psicología y las relaciones sociales.
Para contestar ambas posturas os recomiendo esta lectura : Si soy Inteligente, ¿Por qué estoy tan sólo?. En este artículo analizamos los estudios de Rubik, un reconocido investigador en el campo de las relaciones sociales infantiles. Sus principales conclusiones son :
- Las relaciones de amistad en las primeras etapas de la infancia, no son tan importantes ni determinantes como los adultos creemos, y trasladar esta importancia a nuestros hijos puede hacerles desarrollar una actitud de continua renuncia al «yo» en búsqueda de la aceptación del grupo que tendrá graves consecuencias en la adolescencia. Durante los primeros años de desarrollo debemos ser más persistentes en inculcar a los menores la importancia de reafirmar su «yo» interior, trabajar su auto-conocimiento y auto-concepto, trabajar sus fortalezas y debilidades para la construcción de unos pilares fuertes de su personalidad. Igual que cuidamos a una planta cuando está brotando y la protegemos del viento, los insectos y no permitimos que nada limite el desarrollo de unas raíces fuertes, que son las que le permitirán, más adelante, afrontar los retos cognitivos, emocionales y sociales a los que se tendrá que enfrentar.
Al priorizar su desarrollo personal enseñamos a nuestros hijos la no-dependencia del grupo, la autonomía e independencia necesarios para que crezca fuerte y seguro y desarrolle relaciones de calidad en el futuro. Eso no quiere decir que los niños no tengan necesidades sociales y de pertenencia al grupo, sino que esta pertenencia no debe derivar en dependencia.
Un alumno al que se acelera de curso -o cualquier otra medida que estemos valorando- no «renuncia» al grupo. Sólo cambia un grupo por otro más ajustado a su desarrollo. Cuando en el grupo anterior ha establecido relaciones de calidad, éstas se siguen manteniendo. La cuestión de base es entender que una relación no es de calidad si únicamente está basada en que compartimos un tiempo y espacio en un momento determinado.
- Las personas -también los niños y jóvenes- buscamos relacionarnos con aquellos con los que compartimos intereses, una visión de la vida, incluso un lenguaje común. Algunos niños y niñas con alta capacidad tienen una edad mental que puede estar entre 4 y 11 años por encima de su edad cronológica. Como expresa Linda Silverman en este artículo : Vivir en un Extremo. «Todos podemos entender los retos a los que se enfrenta un niño de 15 años con una mente de 8». Los mismos retos surgen para los niños de 8 años con una mente de 11, 12 o 14 años. La sensación de no encajar con sus compañeros, de no compartir intereses, de no disfrutar de los mismos juegos, de no tener siquiera las mismas expectativas respecto de la amistad, les lleva a aislarse, a buscar la compañía de mayores o adultos, a buscar estímulo intelectual en los libros o enfrascarse en sus proyectos e investigaciones.
Al negar la flexibilización de curso a los alumnos que no encajan en el grupo-clase que les corresponde por edad estamos negándoles oportunidades para que se desarrollen emocional y socialmente de forma sana y equilibrada pues para ello necesitan de un grupo de «iguales» con el que interactuar.

Razón y emoción, íntimamente relacionados
Aunque muchos consideran que ambos «mundos» son opuestos, razón y emoción están íntimamente relacionados. Reaccionamos emocionalmente porque «sabemos» o «creemos» que algo ha sucedido. Nos enfadamos con alguien porque «pensamos» que nos ha agraviado. Así el mayor desarrollo cognitivo y su mayor capacidad para percibir no sólo detalles, sino actitudes y emociones de otros, explican gran parte de muchos de los comportamientos que consideramos «inadecuados» :
Hipersensibilidad o Reacciones emocionales intensas.
Una niña de 8 años llora desmesuradamente porque una de sus compañeras le tira la goma que le acaba de prestar. La maestra considera que es una reacción desmesurada «por una goma». Sin embargo no entiende que esa niña no llora por la goma. Llora por el desaire de una compañera de la que ella espera otro comportamiento. ¿Por qué?. Porque su alta capacidad cognitiva y su mayor desarrollo madurativo también implica que pasa más rápido por los estadios de desarrollo de la amistad (Rubik), y esto significa que para ella la amistad ya es una relación íntima de afecto y apoyo, mientras que su compañera, de la misma edad, pero distinto nivel, aún no entiende la amistad como una relación recíproca (Si soy Inteligente, ¿Por qué estoy tan sólo?)
Llorar cuando piensas que un amigo te ha desairado es una reacción ajustada. Especialmente cuando tienes 8 años. Nuestra niña de 8 años no está teniendo un comportamiento inadecuado que debe modificar, sino sufriendo un desajuste entre sus expectativas y su forma de entender la amistad y la de sus compañeros. En lugar de indicarle que su comportamiento es inadecuado y obligarle a reprimir sus emociones – lo que siempre genera desequilibrios poco deseables – es más correcto ayudarle a analizar los acontecimientos con más distancia. Usar su mayor capacidad para razonar para hacerle entender que su compañera no pretendió agraviarla, tan sólo que para ella «tirarle la goma» no tiene el mismo significado ni magnitud porque su forma de entender la amistad no coincide o no está en el mismo nivel de exigencia o expectativas.
Otro niño de 7 años tiene pesadillas toda la noche porque oyó en las noticias la situación lamentable de los refugiados de las guerras. ¡Qué sensible es este niño! Seguro. Pero ¿es negativo? ¿Es algo que tiene que modificar?. Es infrecuente porque un niño de 7 años no suele entender las consecuencias o implicaciones de esa noticia, y los mayores ya estamos «insensibilizados» por desgracia. Pero nuestro niño si alcanza a entender y predecir las consecuencias, las implicaciones, a pensar en las causas, a sentir amenazada su seguridad y su familia, precisamente por ese mayor desarrollo cognitivo que le caracteriza. No podemos olvidar que sus procesos mentales corresponden a niños de más edad, por tanto, existe una asincronía entre su desarrollo mental y su edad cronológica.
De nuevo sería incorrecto decir que este niño tiene que modificar su conducta, que no puede dejar que estas cosas le afecten, que se tiene que «insensibilizar» ante las tragedias, no sólo las que escucha en las noticias, sino ante las injusticia que observa a su alrededor, ya sea porque vió un mendigo en la calle o porque trataron mal a algún compañero. Pero sí podemos razonar con él y hacerle ver cuál podría ser su papel en estos «conflictos» y qué opciones o alternativas de acción tiene, o cómo podría ayudar para sentirse mejor y hacerse sentir mejor a los demás.
Lo cierto es que los estudios realizados hasta la fecha no han demostrado que estos niños muestren una hipersensibilidad (entendida como una respuesta emocional desajustada o exagerada antes un estímulo o hecho) con más frecuencia que otros grupos o colectivos. «Los estudiantes identificados con alta capacidad son muy diferentes entre si. Tan distintos el uno del otro como lo son el resto de niños. El hecho de predecir diferencias sociales o emocionales basadas en la alta capacidad, ya sea tanto por su particular vulnerabilidad como por su infinita resilencia, no están sustentados en ningún estudio o consistencia lógica». (Fuente “Social and Emotional Development of Gifted Children” (NACG). Teorías sobre el desarrollo emocional y social de los niños de alta capacidad. Autor Kristofor Wiley.)
Para ampliar información sobre estos estudios : ¿Son Distintas las Necesidades Emocionales y Sociales de los Niños de Alta Capacidad?

Auto-exigencia o Perfeccionismo
Cuanta mayor es la información manejas, cuánto más relaciones eres capaz de generar, cuánto más viva es tu imaginación y mayor tu capacidad creativa, más allá puede llegar tu mente ideando. Estos niños suelen imaginar el dibujo o la historia perfecta en sus cerebros, pero si nadie les ayuda a desarrollar las destrezas y técnicas necesarias para transformar esas ideas en el papel, suelen sentirse insatisfechos y frustrados por el resultado.
Ser exigente con uno mismo no es algo negativo, salvo que se convierta en algo patológico y bloqueante para la persona. Ser exigente con uno mismo y no conformarse con un rendimiento simplemente «adecuado» o «en la media» es positivo y debería inculcarse en todos los niños. Especialmente para los niños y jóvenes con alta capacidad, a los que la escuela no suele imponerles un nivel de exigencia a la altura de su capacidad (nos parece que todo va bien si su rendimiento comparado con la media o lo esperado, «va bien») y, por tanto, no supone un reto suficiente para activar su capacidad de superación y esfuerzo.
La respuesta entonces no debe ser identificar como negativos los rasgos de perfeccionismo que muestran, sino trabajar con ellos y ayudarles a analizar e identificar los errores para a) aprender de ellos y modificarlos y b) entender qué herramientas/destrezas son necesarias añadir/trabajar para mejorar el resultado. Es decir, el error como fuente de aprendizaje, progreso y crecimiento. Animando esta auto-exigencia, guiando al alumno para que mejore su resultado hasta sentirse satisfecho.
Puedes ver aquí un ejemplo de cómo un profesor lleva a un alumno desde un resultado aceptable, teniendo en cuenta su edad, a un resultado extraordinario a la altura de su potencial : (La mariposa de Austin: Exigir al nivel de la capacidad)
Por supuesto existen niveles de perfeccionismo que son negativos, pero los estudios realizados no son concluyentes a la hora de indicar que estos niveles de perfeccionismo negativo sean más frecuentes en los niños y jóvenes con alta capacidad que en otros colectivos.
Para saber más sobre este tópico : ¡ Dicen que son Perfeccionistas !
Animemos y facilitemos que los niños y niñas quieran ir más lejos, más allá, hacerlo aún mejor. Es su afán de superación lo que activa su persistencia, sacrificio, y capacidad para superar la frustración. Y depende de cómo y cuánto el docente estimule este «querer ir más allá», para que el grupo en su conjunto responda a este estímulo.
Miedo al fracaso. Baja tolerancia a la frustración.
La baja tolerancia a la frustración suele tener dos causas:
- Excesiva orientación a la aprobación de los demás
- Falta de reto
Para estos alumnos, los primeros años de vida y ya en la escuela suelen estar colmados de éxitos tempranos y fáciles : sonríen, fijan la atención y reaccionan a las palabras y gestos de los adultos de forma precoz, aprenden a hablar, leer, sumar y algunos incluso a andar de forma precoz. Los juegos para encajar piezas, aprender colores y números, colorear, juntar líneas o hacer puzzles, son «pan comido». Esto provoca que los adultos a su alrededor celebremos cada uno de sus hitos y les colmemos de atención gratificando cada logro desde sus primeros meses de vida. En la guardería o la etapa infantil, las reacciones no son distintas. A estos pequeños se les distingue por que salen del cole homenajeados como un general, por la cantidad de «gomets» o caritas sonrientes que lucen.
Si esto se acompañara elevando el nivel de reto de forma que obtener cualquier logro siempre les supusiera un esfuerzo tendrían la oportunidad de construir tolerancia a la frustración. Pero si esto no es así. ¿Cómo construirla? Para superar la frustración debes antes frustrarte. Para frustrarte es necesario ponerte un objetivo que te suponga un esfuerzo, esforzarte y no lograrlo. Cuando esto sucede en los primeros años de vida, cuando un pequeño balbucea y los adultos no le entienden y por tanto tiene que esforzarse más con su dicción para lograr ser entendido, cuando hace un esfuerzo para aprenderse las letras, reconocer las más frecuentes e ir poco a poco juntado dos, luego tres, después palabras y por último frases, tiene la oportunidad de desarrollar recursos personales de esfuerzo y superación. Tolera la frustración porque ésta forma parte de su experiencia vital.
Pero cuando un pequeño simplemente lee sin haber realizado todo ese esfuerzo, si conversa con los adultos y se expresa perfectamente desde el año y medio, si memoriza las fichas de animales y sonidos con asombrosa facilidad, si sumar y restar le parecen operaciones «obvias». La frustración, el esfuerzo, la superación, el error, no han formado parte de su experiencia.
Ante esta situación, los adultos pensamos que debe trabajar este «aspecto negativo» antes de poder plantearle ningún reto. Sin embargo y salvo que hubieran otros condicionantes, la respuesta más adecuada es precisamente buscar retos adecuados para que desarrolle la valentía de enfrentarse a ellos y superarlos, y hacerlo cuanto antes, antes de que esta situación le acabe generando bloqueos emocionales que realmente le hagan difícil salir de una zona de confort en la que se ha refugiado para seguir obteniendo ese reconocimiento fácil al que está acostumbrado. La exposición a estos retos podrá ser más o menos paulatina dependiendo de la edad y nivel de bloqueo de cada uno, pero evitarle los retos no supone más que ahondar en su situación y agravarla.
Encontrarse y relacionarse con compañeros con los que comparte cualidades y con los que pueda medirse o con alumnos mayores entre los que no le sea tan fácil «brillar», e ir pasando por situaciones en las que no siempre gana, acierta, brilla o logra con facilidad sino que alterna momentos de éxito con momentos de fracaso y ver que sus compañeros se encuentran en similares situaciones y reaccionan con naturalidad, suele ser una buena terapia.
Cuestionan todo. Desafiante.
¿Cómo pueden no serlo? Si reconocemos que tienen una mayor capacidad para razonar, que buscan la lógica, entender las consecuencias, que son más críticos y creativos.. ¿cómo podemos al mismo tiempo pretender que «aparquen» esas cualidades y «acepten» normas que no están justificadas.
Todas las personas innovadoras se han distinguido por una cierta irreverencia y actitud desafiante ante lo establecido. Por cuestionarlo todo, preguntarlo todo y buscar constantemente otra forma de hacer las cosas. A estas personas debemos muchos de los avances de la humanidad.
Si tienes alguien así en tu aula, no intentes modificarlo, reprimir su actitud o hacérsela sentir como algo negativo. Úsala a tu favor. Razona con él o ella los argumentos a favor o en contra de una norma, mejor, implica a todo el aula. Y pide propuestas alternativas y viables para modificarla. Si no encontráis ninguna, aceptara esa norma. Si encontráis alguna solución alternativa, ponerla en práctica. Habrás dado una lección de madurez, independencia y pensamiento crítico y autónomo a todos tus alumnos.
Aislamiento. Solitarios.
Algunos pequeños simplemente son introvertidos y hemos de respetar los distintos estilos de relación que cada personalidad muestra : LET ME BE MYSELF: El mundo interior de los introvertidos.
Otros no encuentran iguales con quien relacionarse. La edad, la fecha de nacimiento, no es un nexo de unión. No buscamos amistades con quien compartir cumpleaños, sino con quien compartir intereses, nivel de lenguaje, juegos, preferencias de diversión y expectativas sobre la amistad. Tenemos que insistir. Algunos alumnos con alta capacidad muestran un desarrollo cognitivo que esta muy por encima de su edad cronológica. Obligarles a relacionarse con niños con los que tan sólo comparte año de nacimiento, es obligarles a crecer sintiéndose el «patito feo» del grupo.
Muchas de las actitudes de aislamiento que muestran algunos no son una elección libre, sino la reacción ante un entorno del que no te sientes parte. La respuesta no es obligarles a relacionarse «forzados», sino proveerles del entorno adecuado donde puedan compartir experiencias de aprendizaje con sus pares intelectuales. Uno de los beneficios de la aceleración de curso es precisamente, que «coloca» a los alumnos en un grupo social mas acorde a su desarrollo cognitivo.
«Los seres humanos estamos biológicamente predispuestos a interactuar con otros que son cognitivamente similares a nosotros
Almack, 1992; Guo,2006
¿Qué dice la investigación sobre Las relaciones sociales en los niños de Alta Capacidad.?

Falta de cooperación. Egoístas.
Ciertamente algunos alumnos con alta capacidad no disfrutan del aprendizaje cooperativo. Parecen mostrar un elevado individualismo y autosuficiencia que les lleva a preferir trabajar solos. Pero otra vez debemos darle la vuelta al calcetín. El problema, ¿es del alumno o del entorno?.
El trabajo cooperativo tiene 4 pilares básicos:
- Objetivo común.
- Interdependencia
- Confianza
- Responsabilidad
Para trabajar juntos todos tenemos que compartir un mismo objetivo, querer llegar al mismo sitio. Compartir o repartir tareas no es suficiente. Tenemos que estar de acuerdo en a dónde queremos llegar y cómo.
Tiene que haber una interdependencia, es decir, los miembros del grupo se necesitan entre si para lograr ese objetivo, que no alcanzarían si trabajasen de forma individual.
Confianza. Cada miembro del grupo confía en la capacidad del resto de miembros para desarrollar su tarea y hacer una aportación de valor al grupo.
Responsabilidad. Cada miembro del grupo comparte con el resto un nivel de implicación y motivación por el logro similar.
Si estos cuatro pilares no se respetan, no es el alumno el que tiene problemas para participar en un proyecto cooperativo, es el proyecto y/o el agrupamiento el que no esta respetando los principios básicos de funcionalidad. Y porque estos principios no se respetan es por lo que los alumnos con alta capacidad no suelen mostrarse muy dispuestos a trabajar en grupo.
- Porque si su objetivo de aprendizaje esta muy lejos del que comparten el resto de sus compañeros, el grupo le esta frenando y no estimulando.
- Porque si para lograr su objetivo no necesita a los demás y podría alcanzarlo igualmente él o ella por si solos, pierde todo sentido realizar este trabajo de forma grupal.
- Porque si no confía en que sus compañeros puedan alcanzar el nivel de exigencia que él o ella tiene para sí mismo, sufrirá si considera que el trabajo final podría haber alcanzado un nivel superior de ejecución. Con frecuencia son alumnos altamente motivados por el logro y orientados al objetivo.
- Porque si los demás no comparten con ellos, el mismo nivel de implicación y responsabilidad, habrá un desequilibrio manifiesto entre las distintas partes del trabajo y/o acabará ellos realizando una mayor carga de trabajo.
Aquí puedes conocer los resultados de un estudio sobre qué piensan los niños de alta capacidad sobre el trabajo cooperativo : Alta Capacidad y Aprendizaje Cooperativo.
Impacientes, impulsivos.
Haneghan y Harrison usaron los test de sobre-excitabilidad de Dabrowski para revelar que los adolescentes de alta capacidad mostraban valores superiores en sobre-excitabilidad sensual, imaginativa e intelectual. Por el contrario, la sobre-excitabilidad emocional, tradicionalmente asociada a los niños de alta capacidad, obtuvo resultados similares al resto del grupo (curiosamente, si se encontraron altas puntuaciones en sobre-excitabilidad emocional e intelectual en aquellos estudiantes que se auto-identificaban como individuos de alta capacidad).
Esta sobre-excitabilidad imaginativa e intelectual provoca que estén siempre llenos de ideas y proyectos, preguntas y curiosidades, que den vueltas a las cosas y que quieran resolverlo cuanto antes para poder «liberar» espacio en su mente y poder avanzar.
No intentes frenar este impulso que les servirá de mayores para ser profesionales de valor, creativos y en constante innovación. Canalizalá dándoles oportunidades para investigar y construir esas ideas. El «muro de la indagación» que nos proponen aquí dos maestros, pueden ser una buena propuesta en primaria para canalizar tanta curiosidad. Consiste en repartir tacos de post-it entre los niños para que apunten sus preguntas y las peguen y agrupen más tarde en el muro de la indagación. De allí saldrán proyectos de investigación partiendo de sus intereses y alimentando su curiosidad:
Confesiones de un Maestro. Lo que me gustaría haber hecho por mis alumnos de alta capacidad. (1/2)
Vamos a Pensar y a estimular la Creatividad en el Aula
En todas estas situaciones, no es el alumno el que falla o viene con una «tara», una conducta inadecuada a modificar. Sino el entorno. Modificando el entorno observaremos cómo el alumno logra encajar y disfrutar de su aprendizaje y por tanto, desarrollarse de forma armónica tanto emocional como socialmente.
Cambia la ecuación y muévete de la negación a la aceptación.
Emoción | Ecuación | Aceptación |
Reacciones Emociona-les | Mayor desarrollo madurativo / elevada capacidad de percepción y razonamiento | Razonar con ellos como base para el desarrollo de la inteligencia emocional |
Auto-Exigencia | Positiva y necesaria para activar el afán de superación y la persistencia | Aportarle herramientas para que alcance el nivel de logro que se exige. |
Miedo al reto / fracaso | Ausencia de reto o exceso de reconocimiento por logros “fáciles” | Aumentar el nivel de reto |
Cuestionan Todo. Desafiante. | La mayor capacidad de razonamiento y pensamiento crítico es base para la innovación. | Respetar su derecho a discrepar y usarlo para reflexionar de forma crítica y creativa. |
Aislamiento. Solitarios | Es introvertido y/o no encuentra pares intelectuales con quien relacionarse | Buscar para él su tribu, sus iguales. Aquellos con los que comparte un desarrollo cognitivo y madurativo similar |
Falta de cooperación. | El trabajo cooperativo no les aporta beneficios de aprendizaje | Procurar experiencias de aprendizaje cooperativo de valor para ellos, respetando los principios y fundamentos base de la colaboración. |
Impacientes. Impulsivos intelectualmente | Fruto de la sobre-excitabilidad imaginativa e intelectual que les lleva a tener el cerebro siempre “on” | Canalizar su curiosidad habilitando espacios para la pregunta, la indagación y la investigación en el aula |
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