©℗®™ 7 Junio 2015


En Busca del Tesoro: El Portfolio del Talento

Personalizar

 

Construir un perfil del alumnado

 

«Voy a construir un coche para el pueblo, el automóvil universal», proclamó Henry Ford en 1906. No tenía un objetivo filantrópico. Lo que buscaba era aumentar su clientela al máximo. Así en 1908 creó el primer automóvil fabricado en cadena. Homogeneizar su producto, fabricar un único modelo, le permitió bajar los costes y hacerlo popular y accesible para todos.

Pero en esta época esto coincidía con la demanda de la sociedad. Entonces, todos aspiraban a tener «ese» modelo. Pasar de moverse en caballo o andando a poder hacerlo en automóvil ya era un gran avance, nadie cuestionaba las prestaciones del vehículo, ni aspiraban a algo diferente. Pero a medida que todos pudieron acceder a tener un automóvil, avanzaron también en su “pirámide de necesidades”. Ahora querían tener un automóvil mejor que el de su vecino, con más prestaciones, con un diseño diferente. Las marcas entonces se lanzaron a diversificar la oferta. Podíamos elegir entre turismos, todo-terreno, vehículos industriales y más adelante monovolúmenes y bi-plaza.

Superada la fase de reconocimiento, entramos en la etapa de auto realización. Hoy buscamos un automóvil que se ajuste a nuestro modo de vida. Los fabricantes nos permiten personalizar casi todo y adaptar el coche a nuestros intereses, gustos, hábitos, modelo de familia, forma de vida. Es nuestro coche, y ninguno es igual al otro.

Otras muchas industrias desde seguros, viajes, viviendas, material deportivo, ordenadores, perfumes, y hasta las cadenas de fast-food, permiten la personalización. Quien no personaliza, no vende porque no se adapta a las necesidades de sus consumidores. Lo que hace unos años servía, productos fabricados en cadena, hoy ya nadie le presta atención.

En este proceso de personalización del producto-servicio, la educación lleva más de 70 años de retraso, porque es una actividad que no ha tenido que escuchar a sus consumidores para sobrevivir, de hecho, con frecuencia cierra los oídos a las voces externas.

Se acabó. En unos años será imposible mantener un modelo de enseñanza que se distribuye de forma homogénea para todos los alumnos. La personalización se abrirá paso y los modelos estandarizados de enseñanza, simplemente serán arrinconados hasta desaparecer. La duda no está en si la educación llegará o no a ser personalizada, sino en cuánto resistirán los frenos que obstaculizan su avance y cuántos quedarán abandonados bajo esos frenos.

 

CONOCER A LOS ALUMNOS

Cuando la empresa entendió que necesitaba ofrecer diversidad en sus productos y personalizarlos para adaptarse a las expectativas y exigencias de sus clientes, empezó a preocuparse por conocer cuáles eran estas necesidades, pero también a recabar información sobre sus perfiles. Datos demográficos, datos sobre hábitos de consumo, preferencias, estilo de vida, ambiciones incluso.

La clave de la nueva educación también es la diferenciación, y ésta debe abarcar no sólo los medios que ofrecemos a los alumnos para acceder a la información y los modos de expresión de su aprendizaje, no hablamos sólo de procesos y métodos, sino también y sobre todo, del nivel de reto que se le ofrece a cada alumno, lo que tiene que ver con el propio contenido, la profundidad, la complejidad, el enfoque, el ritmo y las oportunidades de desarrollo. Hablamos de personalizar el aprendizaje.

Claro que, para abordar un proceso de personalización de la educación, antes hemos de romper con esa visión que nos hace clasificar al alumnado en tres grandes grupos, -alumnos con dificultades de aprendizaje, alumnos medio o tipo y alumnos con alta capacidad que automáticamente asimilamos como alumnos que avanzan “sobrados o sueltos” y, en consecuencia, “no hay que preocuparse por ellos”-.

En un modelo inclusivo hemos de dejar de hablar de categorías o alumnos que agrupamos bajo una etiqueta para ofrecerles un “kit” de medidas estandarizadas que activamos “cuando hay tiempo y recursos” para ello. Tenemos 25-30 alumnos diferentes, cada uno con sus fortalezas, debilidades, intereses y perfil único, que debemos combinar de forma sagaz para generar oportunidades de desarrollo y éxito eficaces para cada uno de ellos y que son atendidos el 100% del horario lectivo.

José Fernando Calderero[1] lo expresa con estas palabras ““La Educación (y la Enseñanza-aprendizaje) deben atender las Necesidades Educativas Personales (N.E.P.)[2], especialmente las que se refieren a considerar a la persona como primer responsable de su propio desarrollo, que necesariamente pasa por procurar el de los demás”. “Jenkins y Keefe (2001) insisten en que la educación debe centrarse en las necesidades e intereses de cada uno de los estudiantes que deben ser atendidos a través de las acciones formativas. Dichas acciones no deben ser consideradas de forma aislada sino con una visión unitaria que aporte coherencia al proceso educativo”[3].

Esta diferenciación parte del conocimiento del perfil del alumno. Su estilo de aprendizaje y expresión, pero también su personalidad, potencial y capacidad en cada disciplina, sus intereses y su background personal. Este perfil es el punto de partida para fijar objetivos de aprendizaje personalizados.

Estos objetivos individuales nos permitirán generar comunidades de aprendizaje alrededor de ellos, agrupando alumnos que se estimulan mutuamente, generando sinergias e interacciones entre ellos que les enriquecen e impulsan a llegar más lejos y favorecer, ahora sí, un sentimiento de pertenencia al grupo, por derecho propio. Entonces si, estamos ante un modelo inclusivo.

 

¿Cómo construir estos perfiles?

DESCUBRIR EL POTENCIAL

En esta entrada: https://www.javiertouron.es/los-cuestionarios-de-rogers-para-la/ (Los cuestionarios de Rogers para la nominación de los más capaces. Padres y Profesores), el Dr. Javier Tourón pone a disposición del profesorado 2 herramientas desarrolladas por la Dra. Karen Rogers[4] y traducidas por él mismo.

Estos cuestionarios presentan una serie de ítems sobre el alumno/a que nos permiten valorar en una escala Likert (nunca, a veces, regularmente, casi siempre), aspectos de su comportamiento observados en relación a su aprendizaje, procesos mentales, emocionales y sociales. Por ejemplo “Es reflexivo”, “establece relaciones con facilidad”, “curioso”, “perceptivo”, etc…, que después se escalan para obtener una puntuación en 5 áreas: intelectual, académico, creativo, social y artístico.

Las puntuaciones obtenidas nos darán una orientación de aquellas áreas en las que el niño o niña destaca de forma significativa y una base para solicitar o no una evaluación psicopedagógica en más profundidad. Los test presentan al final instrucciones para su puntuación.

  • Cualquier docente o padre, -en el caso de las escalas para padres-, puede pasar estos test, no requiere de formación específica.
  • Es importante valorar tanto la información obtenida por el test orientado a los padres o tutores como la de los profesores. Resultados elevados en cualquiera de los dos son indicadores que nos pueden hacer sospechar de una alta capacidad en alguna de las áreas definidas.
  • Son de fácil aplicación y muy útiles como prueba para todo el alumnado. Muchos niños con alta capacidad no corresponden con el perfil que para la mayoría de los docentes es más reconocible (alto rendimiento y muy elevada motivación general por aprender). Otros, de perfil creativo, observador, introvertido, aquellos cuyos intereses o estilos de aprendizaje no coinciden con el programa académico, o los que optan por mimetizarse para no destacar o asumir costes sociales ligados a su capacidad, pueden pasar desapercibidos en el aula como alumnos medios o incluso de bajo rendimiento. La aplicación de estos cuestionarios puede “destaparlos”.

Estas herramientas nos dan a su vez muchas pistas sobre los aspectos en los que de verdad debemos fijarnos para detectar el potencial: Curiosidad, investigación, relación de conceptos, facilidad para entender y asumir los aprendizajes, razonamiento espacial, analítico, descubre patrones, imaginativo, original, fluido, etc… que rompen con el estereotipo de fijarnos sólo en aquellos estudiantes de alto rendimiento académico y bien adaptados al ritmo, contenidos y normas de la escuela.

CONOCER EL PERFIL

En esta otra entrada https://www.javiertouron.es/como-te-gusta-aprender-cual-es-tu/ (¿Cómo te gusta aprender? ¿Cuál es tu actitud hacia la escuela y las materias? Los cuestionarios Rogers para alumnos con alta capacidad) nos ofrece otras 3 herramientas para evaluar aspectos relacionados a:

  • Las actitudes del alumno hacia el aprendizaje
  • Actitudes hacia las materias
  • Estilos de aprendizaje

Los cinco cuestionarios son herramientas muy sencillas de utilizar y aplicar para todo el alumnado y nos permiten completar su perfil de capacidades con su perfil de intereses, actitudes y estilos de aprendizaje.

Esta recogida de información debe completarse con:

  • Información sobre el conocimiento previo que cada alumno comparte sobre cada nuevo tema.
  • Información sobre las actividades extraescolares y valoraciones de sus monitores
  • Actividades realizadas en su tiempo libre (viajes, visitas a museos, exposiciones, conferencias, profesiones de los padres y otros familiares, etc.)

PORTFOLIO DEL TALENTO

Con toda esta información podemos construir un porfolio del talento, “El portfolio, bien en soporte papel o digital, es una herramienta a modo de carpeta que recoge evidencias entendidas como el reflejo genuino del proceso de aprendizaje, permitiendo la metacognición y reflexión personal” (Renzulli y Reis, 1997, 2008; Purcell y Renzulli, 1998)[5].

Renzulli y Reis proponen un portfolio del talento que recoja información relativa a las siguientes áreas:

Altas Capacidades
Imagen elaboración propia, traducción del original publicado en : https://robertoranz.com/2015/02/02/portfolios-de-talento-para-todos-los-alumnos-la-propuesta-de-renzulli-12/

 

El portfolio del talento supone una recogida de información exhaustiva acerca del alumno centrado en sus fortalezas. Es importante tener en cuenta que no supone una herramienta para comparar alumnos. Que el punto fuerte de un alumno sea, por ejemplo, las matemáticas, el dibujo, o su capacidad para relacionar ideas, no implica que este alumno sea el mejor de su clase en esa área. Tampoco es una mera herramienta burocrática para engrosar los expedientes académicos, sino que sirve de base para orientar la respuesta educativa que mejor se ajusta al perfil de cada alumno y le permite desarrollar su potencial al máximo[6].

Esta información se evalúa y actualiza constantemente, pretende ser una herramienta compartida con todo el claustro, las familias y los propios alumnos. No debemos olvidar que los niños están en proceso de desarrollo y que varían sus preferencias, intereses y actitudes, no sólo como fruto de su propio desarrollo sino también como consecuencia de sus experiencias. Un niño puede manifestar que prefiere aprender sólo porque ha tenido malas experiencias trabajando en equipo, pero, tras algunas experiencias positivas, puede mostrar una actitud distinta hacia este tipo de aprendizaje. O puede ser una reacción a un mal agrupamiento, roces con compañeros, etc. Del mismo modo, puede no sentir preferencia por las matemáticas cuando ésta aborda conceptos aritméticos, pero sentirse más motivado ante materias como geometría. De allí la importancia de comprender esta herramienta, no como una foto fija del alumno, sino como una película que sigue y refleja su evolución, para orientar la toma de decisiones, y ajustar las respuestas y propuestas de aprendizaje que se le ofrecen en cada momento de su desarrollo.

¿Cómo orienta este porfolio la respuesta educativa?

La información recogida en este documento permite al docente, y al centro, tomar decisiones en relación a:

  • Ofrecer oportunidades de aprendizaje y desarrollo basadas en potenciar las fortalezas y puntos fuertes y no en corregir las debilidades. Desarrollar nuestro potencial y obtener logros a través de aquello que si somos capaces de hacer favorece la auto-estima y el auto-concepto, lo que a su vez lleva a los alumnos a superar sus dificultades.
  • Abordar los contenidos relacionándolos con sus intereses. Un niño que no esta muy motivado por leer los libros que habitualmente se ofrecen -con frecuencia el mismo libro para todos ellos- puede si desear leer libros sobre animales salvajes porque si le interesa aprender sobre ellos, o deportes o cualquier otro campo de su interés. A una niña que le gusta la moda, puede estar más motivada en afrontar sus lecciones de historia si le proponemos un trabajo de investigación sobre los estilos de vestimenta en la Antigua Roma y otras épocas y civilizaciones. Quizá tengas un alumno a quien aprender sobre los insectos no le interese mucho, pero hacer una exposición fotográfica sobre ellos, si, porque le fascina la fotografía. Se trata de permitir que cada niño se acerque al contenido curricular desde aquella perspectiva que más entronca con su perfil e intereses.
  • Presentar la información y exponer el contenido del modo que más se ajusta a su estilo de aprendizaje, diversificando y dando autonomía y capacidad de decisión al alumno. Vídeos, conferencias, entrevistas, investigación, exploración, exposiciones, debates, canciones o teatralizaciones, son tan válidos para aprender y expresarse como lo son la clase expositiva o la redacción.
  • Ofrecer el nivel de reto ajustado a la capacidad y conocimiento previo de cada alumno, en cada una de las áreas y temas a abordar, para permitir su máxima implicación y motivación.
  • Orientar los agrupamientos en función de la tarea o proyecto a realizar, combinando perfiles homogéneos o complementarios, asegurando que se generen sinergias positivas en todas las direcciones.
  • Diseñar otros servicios adicionales que el centro puede ofrecer a los alumnos, basado en sus fortalezas e intereses y con el objetivo de presentarle oportunidades y experiencias orientadas a llevar este potencial a niveles de especialización, tales como clubs de enriquecimiento, preparación para exposiciones, concursos u olimpiadas, programas de mentorazgo en cooperación con la Universidad y/o fundaciones y empresas privadas, organización de exposiciones, funciones, programas de radio, blogs y otras experiencias que involucren a todo el centro y permita a los alumnos relacionarse con otros de distintas edades, con intereses compartidos.

 

Testar el conocimiento previo

 

Durante muchos años, la única vía de aprendizaje del alumnado era la escuela. Muchos padres no tenían formación ni tan siquiera básica, en la mayoría de las casas no había enciclopedias, sólo los ayuntamientos más importantes podían ofrecer bibliotecas, y desde luego no había acceso a internet ni dispositivos digitales, no existían la variedad de Museos y exposiciones que hay ahora, ni las familias viajaban tanto como lo hacen hoy. Los niños que vivían en un determinado barrio o localidad, con frecuencia compartían experiencias de vida similares.

Entonces la única fuente de conocimientos era la escuela. Durante el verano los niños corrían por las calles de sus pueblos y barrios y, salvo que tuvieran alguna asignatura pendiente, pocos abrían algún libro. Asumimos claro, que volvían en septiembre con la mente en blanco y había que volver a repasar algunos conceptos básicos del curso anterior, así, cada curso empieza con una semana o quincena de repaso de los contenidos del curso anterior para realizar una evaluación inicial del alumnado.

Pero hoy los veranos se ocupan en campamentos, viajando, visitando museos o exposiciones, en extraescolares diversas o en casa con acceso a internet, vídeos, libros. Las familias ya no son tan homogéneas, algunas vienen de otros países, o se enriquecen de diversas culturas. El conocimiento ya no es exclusivo de la escuela y, por tanto, ésta no puede asumir que todos los niños del aula tienen el mismo conocimiento sobre un tema o que éste depende exclusivamente de lo que se le ha impartido en clase.

La evaluación inicial cobra entonces especial importancia. Si estamos de acuerdo en que “no podemos enseñar a los alumnos aquello que ya saben”, deberíamos proponer una evaluación inicial, no sólo de forma sistemática al inicio de cada curso, sino de cada tema lo que nos permitiría programar de forma personalizada y teniendo en cuenta el punto de partida inicial de cada alumno. Muchas herramientas digitales nos permiten hoy en día realizar este tipo de test de forma rápida a todo el aula y además nos devuelven un informe detallado de qué alumnos han fallado en qué preguntas, qué preguntas han sido las que se han contestado correctamente con más frecuencia, etc.

Por ejemplo:

https://www.zzish.com/

https://www.socrative.com/

https://www.quizalize.com/

Pero hay otros métodos:

  • Un brainstorming o lluvia de ideas en las que cada niño aporta los contenidos que conoce de un tema determinado
  • Dar tacos de notas de distintos colores a los alumnos para que escriban una nota por cada uno de los conceptos o ideas que conocen sobre el tema y las cosas que les gustarían aprender y colgarlas más tarde en un mural.
  • Una pequeña redacción, mural, exposición oral o trabajo de análisis
  • Plantear un gráfico KWL (what I Know, what I Want to know, what I have Learned), en el que se pregunta, no sólo qué sabemos, sino, qué queremos saber y finalmente qué hemos aprendido (what I Know, what I Want to know, What I have Learned)[8]

Conocer cuál es el punto de partida de los alumnos en relación a un contenido, permite evitarles repeticiones innecesarias y proponerles actividades de extensión y transferencia más enriquecedoras en su lugar. También permite tomar decisiones sobre los mejores agrupamientos y diferenciar así los objetivos a alcanzar por cada alumno o grupo de alumnos.

Las medidas que todo alumno requiere, deben ser siempre personalizadas. Por ello lo primero es conocer mejor a ese niño. Personalizar la educación requiere siempre de una buena y amplia recogida de datos acerca de nuestro alumnado.

No podemos atender aquello que no conocemos

La Rebelión del Talento

Notas y Biografía:

[1] Jose Fernando Calderero es Profesor de “Teoría y Práctica de la Investigación Educativa” y de «Ciclos vitales y comunicación en la familia». Director del Seminario Internacional de Educación Personalizada (SIEP). Presidente del Capítulo de Educación de AEDOS. Vicepresidente de la Fundación “Padres por la Excelencia, Padrex”. Experiencia docente e investigadora desde 1973. Ponente en cursos de formación de profesores y directivos en España y América. Director de tesis doctorales y autor de libros educativos entre los que se encuentran: “¿Qué me pasa con las Matemáticas?”, “Los buenos modales de tus hijos pequeños”, “Cómo personalizar la educación: una solución de futuro” (coautor). “Educación personalizada: principios, técnicas y recursos” (coautor), “Aprendo a Investigar en Educación” (coautor), «Educar no es domesticar» y en 2017: «Filosofía y sentido común» (coautor).

[2] Fuente: https://jfcalderero.wordpress.com/2018/07/04/necesidades-educativas-personales-n-e-p/

[3] Extraído de la tesis doctoral “La singularidad según la educación personalizada en la era digital”, Paola Perochena González, Gisela Matilde Coria, José Fernando Calderero Hernández. Universidad Internacional De La Rioja. España.

[4] La Dra. Karen Rogers es investigadora y profesora norteamericana de gran prestigio en el mundo de la alta capacidad. Su trabajo lo desarrolla, desde 1984, en el Gifted Studies in the Special Education & Gifted Education Department en el College of Applied Professional Studies en la University of St. Thomas en Minneapolis, Minnesota. Es también Professorial Fellow en la University of New South Wales y en la University of Wollongongen Australia. Fuente: https://www.javiertouron.es/karen-rogers-en-my-friends-corner/

[5] Fuente: https://robertoranz.com/2015/02/02/portfolios-de-talento-para-todos-los-alumnos-la-propuesta-de-renzulli-12/

[6] Fuente: Renzulli, J., & Reis, S. (2016). Enriqueciendo el currículo para todo el alumnado. Madrid: Ápeiron Ediciones.

[8] Para ampliar sobre las propuestas y gráficos KWL: https://www.facinghistory.org/resource-library/teaching-strategies/k-w-l-charts

Autor: Paulina Bánfalvi Kam. La Rebelión del Talento @aacclarebelion @PaulinaBk

Derechos de autor:

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7 respuestas a “En Busca del Tesoro: El Portfolio del Talento”

  1. Avatar de Escuelas que “desarrollan” el potencial de sus alumnos – LA REBELIÓN DEL TALENTO

    […] es ese potencial y planificar acciones concretas orientadas a desarrollarlo. Sino partimos de un perfil y plan personales, no hay desarrollo del […]

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