Implicaciones para los alumnos con alta capacidad Viso-espaciales
Extracto y traducción del original de Linda K. Silverman
Hace un tiempo sólo los hijos de las familias adineradas iban a la escuela. Se sentaban en bancos de madera rígidos y aprendían las mismas lecciones de memoria, todos al mismo tiempo. Si se distraían, o su comportamiento no era el esperado, eran golpeados en los nudillos con la regla del maestro. Abrir la escuela para todos los niños y niñas fue, sin duda, una idea revolucionaria, pero durante cientos de años, los métodos de enseñanza apenas han cambiado y mantienen parte de la rigidez metodológica de aquel entonces.
Hoy estamos ante un reto nuevo. Se exige a los maestros ser super-profesionales capaces de adaptarse a cada alumno. Para ser un maestro innovador deben ser a la vez animadores, trabajadores sociales, expertos en educación especial, policías, y maestro de ceremonias para orquestar e integrar todo el rango de capacidades, estilos de aprendizaje, entornos y necesidades de cada uno de sus alumnos. También tienen que ser entusiastas de la materia que enseñan y unos artistas en el arte de enseñar. Y no importa cuánto aumente la violencia o la diversidad en sus aulas, no reciben incentivos adicionales.
¿No hay una forma más fácil de sobrellevar este trabajo?
Diferencias individuales en el aula
Durante los últimos 40 años (en Estados Unidos, y más recientemente en Europa y España), los maestros están siendo presionados para desarrollar estrategias de enseñanza que tengan en cuenta las diferentes personalidades, tipos de inteligencia, estilos de aprendizaje, capacidades y potencial de cada uno de sus estudiantes, llevados por varios modelos o teorías que han ido surgiendo en estos años :
- En 1962, Isabel Briggs Myer formuló los prototipos de la mayoría de los estilos de personalidad en vigencia hoy en día. Sus indicadores (MBTI) generan 16 estilos de personalidad y se usa en organización de empresas y educación.
- En 1983, el modelo de Inteligencias Múltiples supuso una revolución en educación. Gardner propone 7 inteligencias –lingüística, musical, lógico-matemática, espacial, kinésica, interpersonal e intrapersonal, a las que más tarde añadió la inteligencia naturista y existencial.
- En 1967 Joy P. Guilford, el fundador del estudio de la creatividad , propuso el mayor número de inteligencias : 120, que aumentó hasta 150 en los últimos años.
- En 1975 Rita y Kenneth Dunn desarrollaron uno de los más populares modelos de aprendizaje. Consistía en la combinación de 4 elementos ambientales, 4 emocionales, 6 sociológicos, 7 físicos y 3 psicológicos, que dan lugar a más de 41.472 posibles estilos de aprendizaje, y el número de distintos talentos que pueden generan es interminable.
Todos estos modelos de personalidad, inteligencia, estilos de aprendizaje y desarrollo del potencial han servido para concienciar a los educadores sobre la diversidad de sus alumnos, una labor admirable, sin duda. Sin embargo, la tarea de servir individualmente a todas estas diferencias se convierte en una empresa asombrosa.
Hay una solución más simple. La investigación llevada en el Centro de desarrollo de las Altas Capacidades de Chicago (GDC) durante las dos últimas décadas sugiere que existen básicamente dos estilos de aprendizaje y que la escuela ya está atendiendo a uno de ellos :
Aprendizaje auditivo-secuencial y Aprendizaje viso-espacial
Los aprendices auditivo-secuenciales tienen más probabilidad de estar entre aquellos niños para los que el paso por la escuela es una experiencia positiva. Los aprendices viso-espaciales, sin embargo, suelen encontrarse entre los alumnos con bajo rendimiento académico, los creativos inconformistas, los niños altamente dotados que abandonan sus estudios (muchos de ellos home-schoollers), los talentos matemáticos que aborrecen el cálculo aritmético, los genios científicos a los que les cuesta leer, los sabios tecnológicos cuyo aprendizaje se da fuera del horario escolar, en sus ordenadores, los talentos musicales y artísticos, los soñadores que no pueden concentrarse cuando el ritmo es muy lento, y los niños brillantes de otros grupos culturales y étnicos (asiáticos, afro-americanos, etc..)
Las estrategias de enseñanza que desarrollaremos en este artículo y en los posteriores mejoran el aprendizaje para todos los alumnos en la clase, porque activan el hemisferio derecho que es básico para la atención:
“A menos que el hemisferio derecho este activado y motivado, la atención será baja y el aprendizaje pobre”
Jerre Levy
Existen dos modos principales de recibir información : visual y auditiva. Muchos niños favorecen una por encima de la otra, y algunos son igualmente fuertes en ambos. Los alumnos kinestésicos (aquellos que usan el movimiento físico y muscular para aprender) son con frecuencia mayormente visuales, de hecho el término “visual-kinésico” es a menudo aceptado. Desde nuestra experiencia en el Centro para el desarrollo de las altas capacidades de Chicago (GDC), los niños que tienen debilidades de aprendizaje visuales y auditivas al mismo tiempo, tienen más probabilidad de ser aprendices kinestésicos (percepción a través del cuerpo), táctiles (por el tacto) o hápticos (movimiento y tacto). Estos niños también se benefician de las técnicas de aprendizaje diseñadas para los niños Viso-Espaciales (VSLs).
Es posible ser un aprendiz viso-espacial aún cuando se tienen deficiencias en la vista en uno o en los dos ojos y ser auditivo-secuencial con problemas de audición en uno o en los dos oídos. Aunque suena confuso, hemos encontrado aprendices viso-espaciales ciegos. La parte visual se refiere al uso prioritario de la visualización en el pensamiento : pensar en imágenes en lugar de en palabras. Los aprendices viso-espaciales ciegos pueden visualizar y los aprendices sordos secuenciales pueden hablarse a ellos mismos.
Así, podemos distinguir dos formas principales de procesar la información: secuencial y espacial. Los niños que priorizan su hemisferio izquierdo tienden a ser verbales, secuenciales, analíticos, y con buena orientación temporal. Los niños que priorizan su hemisferio derecho tienen a ser visuales, perceptivos, sintetizadores y con buena orientación espacial.
El hemisferio izquierdo puede ser bueno para el análisis y soporta el lenguaje y el razonamiento, mientras el hemisferio derecho ve las cosas como un global, sus fortalezas son encontrar patrones, la percepción y orientación espacial, el movimiento, las construcciones y similares.
Orstein, 1997
Un aspecto importante a destacar es que la mayoría de la metodología de enseñanza en las escuelas tradicionales es auditivo-secuencial, por lo que los alumnos que aprenden de este modo, con independencia de su capacidad, suelen estar bien atendidos por el sistema. Realizar modificaciones que hagan más accesible el curriculum para los aprendices viso-espaciales significaría atender las necesidades de todos aquellos alumnos que muestran una predominancia por el procesamiento que tiene lugar en su hemisferio derecho. Este grupo de alumnos es sistemáticamente olvidado y desatendido por las escuelas con metodologías tradicionales.
¡Y estamos hablando de al menos un tercio de los estudiantes¡
Dado que sólo tenemos 2 hemisferios parece probable que una educación orientada a ambos cubriría la mayor parte de necesidades educativas del aula, por lo que abordar estas estrategias y atender a todas las necesidades educativas no parece ahora tan complejo.
«Nacidos para el éxito»: Los estudiantes auditivo-secuenciales
Los alumnos que se adaptan al sistema de enseñanza de la escuela lo tienen todo de cara, prestan atención, quieren sobresalir, cumplen con sus tareas, saben estudiar y tienen buen comportamiento. Alegran la vida de sus padres y maestros y justifican su trabajo.
Los buenos estudiantes en la escuela de hoy son aquellos que tienen un buen nivel de capacidades secuenciales. Aprenden paso a paso del modo en que sus maestros le explican las materias. Son ordenados. Una orden es una serie. Los alumnos bien organizados entienden las secuencias que llevan a aprender un concepto superior. Se ocupan por mantener el orden en sus pertenencias y presentaciones. Son responsables y su comportamiento es el esperado.
Muchos estudiantes de éxito concentran sus fortalezas en aquellos procesos dominados por el hemisferio izquierdo (secuencial) o tienen un buen equilibrio entre las fortalezas de sus hemisferio izquierdo y derecho. Por supuesto, todos necesitamos desarrollar las funciones de nuestro hemisferio izquierdo, no podríamos sobrevivir en el mundo con tan sólo las fortalezas de nuestros hemisferio derecho. De hecho, los individuos que muestran una mayor funcionalidad o inteligencia ejecutiva son aquellos que mejor integran los procesamientos de ambos hemisferios.
Los aprendices auditivo-secuenciales aprenden mejor procesando información auditiva, tienen una gran percepción fonética, son buenos oyentes. Dan sentido a las instrucciones orales que reciben. Reproducen las sílabas de las palabras en sus cabezas y las deletrean del modo que suenan, recuerdan aquello que escuchan y son capaces de seguir instrucciones complejas. Tienen una alta capacidad de memorización, incluso de instrucciones sin sentido como las tablas de multiplicar. Se sienten cómodos aprendiendo de forma troceada o paso a paso, procesan rápidamente la información verbal y se expresan bien verbalmente.
Otra fortaleza destacada de los aprendices auditivo-secuenciales es la orientación temporal. Son puntuales, gestionan bien su tiempo de forma que entregan sus deberes en plazo, responden a las preguntas de los exámenes usando el tiempo delimitado, son capaces de trabajar dentro de los plazos asignados y con frecuencia distinguen cuando (y cuando no) decir algo.
Los alumnos con elevadas capacidades auditivo-secuenciales manejan el vocabulario de forma rápida, fácil y eficiente. Su fluidez verbal les aporta soltura en sus presentaciones en público, les hace ser más asertivos verbalmente. Sus capacidades son notables y destacadas dentro del ámbito académico, por lo que tienen más probabilidad de ser identificados como alumnos con alta capacidad y ser seleccionados para programas de enriquecimiento específicos o dentro del aula. Los maestros raras veces tienen problemas para identificarlos como alumnos con un alto potencial.
Auditivo-secuencial con debilidades viso-espaciales
Los aprendices auditivo-secuenciales de cualquier edad normalmente piensan en palabras. Las palabras se convierten en su forma de procesamiento mental. Para ellos, pensar y tener un diálogo interno es tan similar que no entienden cómo otras personas pueden pensar de otro modo. Visualizar las ideas puede ser complicado para ellos, y la meditación un esfuerzo. Para ellos acallar esta “máquina de producción de palabras” es una dura tarea.
Aunque muchos aprendices auditivo-secuenciales tienen un adecuado funcionamiento viso-espacial, su razonamiento no-verbal probablemente no esté tan desarrollado como su razonamiento verbal. Cuando esto es así, pueden sentirse perdidos en un entorno no familiar, tienen menos facilidad con los puzzles, rompecabezas, lectura de mapas, mapas mentales, dibujo, física y matemáticas de alto nivel. Sus habilidades físicas pueden requerir más tiempo de entrenamiento para desarrollarse.
También hay algunos aprendices auditivo-secuenciales que tienen problemas en el procesamiento del hemisferio derecho, denominados “Desorden de aprendizaje no-verbal”, que incluyen dificultad para el juicio social, incapacidad para leer las expresiones faciales y el lenguaje corporal, reacciones emocionales inusuales, e incapacidad para entender ciertas expresiones irónicas.
Las personas con desórdenes de aprendizaje no-verbal, tienden a hablar a la gente en lugar de mantener una conversación, pueden tener dificultades con la coordinación motora, especialmente en el lado izquierdo del cuerpo. Pero, aparte de aquellos que muestran estos signos más graves, las flaquezas en el sistema viso-espacial no parecen interferir demasiado en el día a día de sus vidas o en su rendimiento académico.
Ni los padres ni los maestros perdemos el sueño si nuestros hijos no pueden pensar en imágenes. Todas aquellas habilidades en las que los niños de alta capacidad viso-espacial destacan son consideradas “opcionales” y no “esenciales” para el desarrollo académico. Hacer construcciones, interpretar mapas, hacer rompecabezas, puzzles, el talento musical, el dibujo, no son considerados talentos especiales o herramientas esenciales para la vida. Física, elevada capacidad matemática, meditación son perfectamente evitables. Tener una elevada intuición es una habilidad poderosa en la vida, pero desde luego no se evalúa en la escuela.
Pero el valor de las habilidades procesadas en el hemisferio derecho ha ido variando en función de las culturas y las épocas y hoy las habilidades viso-espaciales están siendo cada vez más apreciadas en los campos tecnológicos y de big-data:
“Es razonable esperar que el futuro nos depara un gradual desarrollo de otra forma de hacer las cosas en el que el rápido reconocimiento de patrones de comportamiento, la intuición, el sentido de la proporción, la visión imaginativa, la resolución original e inesperada, encontrar la relación entre cosas que aparentemente no se relacionan .. sean las capacidades más valoradas.”
Tom West, 1991. Pp 88-89
Los individuos viso-espaciales que tienen problemas para expresarse de forma escrita, a menudo reciben refuerzo de lectura. Quizá en un futuro próximo aquellos niños auditivo-secuenciales con pobres capacidades visuales, reciban también refuerzo para trabajar estas habilidades y adaptarse a un mundo cada vez más tecnológico.
La otra mitad (o un tercio) : Los aprendices Viso-Espaciales
Los alumnos viso-espaciales tienen mentes especialmente equipadas para reconocer patrones. Son capaces de abordar los problemas desde diferentes perspectivas, mantener las imágenes en el “ojo de su mente” y manipularlas allí. Esto les permite ver relaciones que a los demás les pasan desapercibidas. Son excelentes detectando inconsistencias en los argumentos y razonamientos. Tienen una gran imaginación y creatividad que se manifiesta de distintas maneras y en diferentes campos. Algunos serán artistas, otros músicos, mecánicos, genios tecnológicos, inventores o científicos innovadores, algunos son muy empáticos o extremadamente intuitivos, sintonizando canales de información que son inaccesibles para el resto del mundo.
Para los alumnos, esta mejorada capacidad de razonamiento visual toma la forma de crear mapas en sus cabezas de cada lugar donde han estado, fascinación por las construcciones, destacan en geometría y física, desmontan las cosas para ver cómo funcionan y tienen gran facilidad para la programación y la tecnología. Para las niñas puede implicar una extraordinaria memoria para los detalles, una gran habilidad para leer las expresiones faciales y el lenguaje corporal, la capacidad para adivinar imágenes incompletas y el don de una profunda conciencia y comprensión de los demás. Ambos mostrarán una gran facilidad para los puzzles, laberintos y números.
Es posible que podamos encontrar un gran número de variedades dentro de los aprendices viso-espaciales, con diferencias fundamentales entre ellos, sin embargo, vamos a concentrarnos en sus similitudes. Quizá sea un error, pero hay muchos modos de clasificar las capacidades y temo que aquellos que estén haciendo un esmerado esfuerzo por diferenciar en el aula estén complicando su trabajo de maestros más de lo debido.
Básicamente podemos distinguir dos grupos de aprendices viso-espaciales de alta capacidad: altamente espaciales/altamente secuenciales y altamente espaciales/bajo en secuenciales. Los alumnos excepcionalmente dotados tienen un elevado desarrollo de sus capacidades secuenciales y viso-espaciales y tienen también a ser ambidiestros (lo que indica un fuerte desarrollo de ambos hemisferios). Mientras aquellos alumnos que son más brillantes de lo que parecen demostrar en la escuela a menudo muestran un elevado desarrollo de sus capacidades viso-espaciales pero un pobre desarrollo de sus habilidades secuenciales.
Altamente espacial, Altamente secuencial
Los alumnos altamente dotados pueden aprender a través de métodos secuenciales, pero aprender de este modo les aburre. Prefieren aprender todo de una vez, en grandes e intuitivos saltos, donde ven el patrón, y cada pieza encaja para ellos en un coherente “global”.
Los alumnos excepcionalmente dotados captan los conceptos abstractos encontrando el patrón que subyace en ellos. Una vez este patrón está entendido, el alumno ya tiene adquirido el concepto que pretender trabajar el material ofrecido por lo que las repeticiones son innecesarias. De hecho el concepto es aprendido tan deprisa y tan a fondo, que el alumno no puede partir ese conocimiento en piezas para mostrar el proceso por el que ha llegado a la solución… Muchos alumnos altamente dotados aprenden de una forma no lineal, tomando una gran cantidad de información e integrándola en una gran imagen (Lovecky, 1994ª. Pp 117, 119).
Se manejan mejor en el sistema espacial, y si no pueden aprender de este modo, usarán sus recursos secuenciales a pesar de que para ellos son más tediosos. Aprender paso-a-paso se les muestra dolorosamente lento en comparación con la posibilidad de acceder a todo el concepto de una sola vez -“viéndolo” y entendiéndolo completamente como el destello de un flash-. (Ron Davis asegura que el pensamiento no-verbal puede ser miles de veces más rápido que la conceptualización verbal).
Las personas altamente dotadas integran muy bien la información entre los dos hemisferios, por lo que pueden traducir sus imágenes en palabras y explicar cómo llegaron hasta allí. Se rebelan contra la repetición y la memorización, porque no aprenden a través de estos procesos. Una vez que procesan un concepto con el “ojo” de su mente, su conciencia y comprensión del mismo no puede ser mejorado con la práctica y la repetición.
Así, mientras algunos estudiantes necesitan muchos ejemplos y práctica para profundizar y adquirir un concepto, estos alumnos lo captan a la primera y se desquician con la lentitud de la instrucción en el aula y la aparente inutilidad (desde su perspectiva) de la repetición y la memorización.
Por desgracia algunos maestros aún piensan que es bueno para estos alumnos sentarse y esperar a otros compañeros que puedan tener más dificultades para aprender. De esta forma, suponen, construyen su carácter y se preparan para adaptarse al “mundo real”, que también puede ser aburrido y que le obligará a tratar y cooperar con personas muy hetereogéneas. Sin embargo estas situaciones lo único que aportan son malos hábitos que llevan a la falta de atención y el bajo rendimiento, al tiempo que minan la motivación e implicación hacia el aprendizaje del alumno.
Tiene mucho más sentido aportar a estos alumnos un material suficientemente difícil de forma que ellos, también, tengan que esforzarse por aprender. Tal y como Carol Morreale, de una escuela de Illinois indica :
“Ningún estudiante debe ser privado del derecho de tener que esforzarse”
Sólo a través del trabajo para dominar una habilidad o concepto suficientemente retadora, sucede el verdadero aprendizaje y los alumnos aprenden el valor del esfuerzo. Este es el tipo de práctica que realmente cuenta. Si el trabajo es muy fácil, los estudiantes tienden a dudar de su capacidad para afrontar retos más elevados y, a medida que van creciendo, huyen de estas oportunidades porque nunca han puesto a prueba su capacidad para esforzarse por aprender.
“Muchos argumentan que el mundo real exige a los alumnos excepcionalmente dotados aprender para cumplir las expectativas, para hacer tareas que otros le imponen .. argumentan que se hace un flaco favor a los alumnos con alta capacidad al exigirles a un nivel más alto… Sin embargo, sólo desde la perspectiva de su propio funcionamiento y aprendiendo cómo funcionan sus mentes se puede aprovechar todo su potencial. Aquellos que desde pequeños han sido obligados a encajar en los moldes de otros, pasan el resto de su vida rebelándose o tan afectados por la presión sufrida que no llegan a realizar nada”
Lovecky, 1992. P. 3
La advertencia de Lovecky sobre lo que ocurre cuando los alumnos excepcionalmente dotados son obligados a adaptarse al ritmo de los demás requiere atención. He atendido a muchos alumnos altamente dotados viso-espaciales que renunciaron a su natural forma de aprendizaje por encajar mejor en la corriente. Algunos perdieron todo el interés por aprender, fracasaron en sus estudios e incluso abandonaron la escuela. Otros perdieron sus capacidades viso-espaciales y se convirtieron en rígidos aprendices auditivo-secuenciales, dejando que sus capacidades viso-espaciales se atrofiaran. Algunos se enfrentan a una lucha de por vida entre su lado artístico y su lado lógico. O no han podido controlar sus mentes hambrientas y han acabado medicándose. Otros tienen crisis periódicas por forzarse a sí mismos a concentrarse en un trabajo demasiado fácil. Todos ellos han enterrado una parte vital de sí mismos porque es considerada inaceptable, y sufren por ello.

Altamente espacial, bajo secuencial
El otro tipo de aprendiz viso-espacial, con elevadas capacidades espaciales pero pobres capacidades secuenciales, suponen un reto aún mayor para los educadores. Leer, escribir, deletrear y calcular, -la base del currículum de primaria- son las tareas que más les cuesta dominar. Los alumnos que tienen dificultades en estas áreas se consideran que tienen problemas de aprendizaje y a menudo se sienten tontos. Les ayudaría saber que a menudo estos alumnos van desarrollando sus destrezas secuenciales a medida que crecen.
En lugar de aprender paso a paso, estos alumnos aprenden desde el todo, necesitan ver el esquema global primero, para aprender y poder encajar las piezas. Su memoria a corto plazo no puede almacenar demasiados detalles a la vez y se sienten confundidos si no pueden ver cómo estos detalles se relacionan entre sí o con un aprendizaje previo. Están perdidos si no pueden representar una imagen en su mente, necesitan primero una estructura, una imagen completa, para luego ir añadiendo los detalles.
Muchos alumnos viso-espaciales tienen problemas de audición. Otros pueden tener un oído agudo, pero algunas habilidades de escucha dañadas o una pobre memoria auditiva a corto plazo. A menudo dejan inacabadas el final de las palabras y los sonidos débiles como la “d” o la “s”, porque no pueden oír estos sonidos. Mezclan algunas palabras, confunden el singular y el plural, a menudo no usan correctamente los tiempos verbales. Ideas increíblemente brillantes son eclipsadas por una pobre gramática, sintaxis, puntuación, escritura y organización. Estos estudiantes necesitan que el contenido sea evaluado de forma separada al formato, para que su autoestima como escritores no se vea mermada por aspectos mecánicos.
Aquellos alumnos que muestran una gran discrepancia entre el procesamiento de su hemisferio derecho e izquierdo son niños con doble excepcionalidad. A la vez con una alta capacidad y con problemas de aprendizaje, y la única forma de determinarlo es con una evaluación exhaustiva. Si el alumno muestra fortalezas inusuales, el evaluador deberá ser un amplio conocedor de ambos aspectos, altas capacidades y problemas de aprendizaje, pues el perfil de estos niños es difícil de identificar e interpretar.
Incluso pequeños daños en el hemisferio izquierdo pueden provocar problemas de escritura en alumnos diestros, pues el hemisferio izquierdo controla el sistema motor de la mano y brazos derechos. Traumas en el nacimiento como un parto largo, el cordón umbilical enredado alrededor del cuerpo, un exceso de oxitocina (pitocin) durante el parto, pueden provocar retrasos en el desarrollo del sistema motor fino. (trataremos estos puntos más adelante).
Los alumnos más difíciles de identificar son los viso-espaciales con algún problema en el procesamiento visual. Estos pequeños no obtienen los resultados esperados en las pruebas viso-espaciales. Muchos de ellos tienen gran interés por todo lo mecánico, las construcciones, las matemáticas.. pero no son buenos con los puzles, los rompecabezas o los bloques.
Suelen ser buenos con los laberintos, pero si tienen mucha complejidad visual, se pierden. Pueden ser capaces de leer libros con la letra grande, pero no aquellos con la letra pequeña. Tocar un instrumento de oído, pero incapaces de leer música. Necesitan terapia visual para desbloquear su principal forma de procesamiento y aprendizaje.
El aula puede convertirse en amigable para los alumnos viso-espaciales apoyándose en material y señales visuales. Proyectores, videos, ordenadores, demostraciones, material manipulativo, todo aquello que haga real, visible y palpable el contenido. Ellos necesitan convertir a imágenes todo su aprendizaje, visualizarlo en su mente, y compartirlo de esta manera con el resto de la clase.
Estos alumnos sólo funcionan bien con algunos maestros, en alguna materias, y con determinados métodos. Especialmente si encajan con un profesor viso-espacial, capaz de pensar tal y como ellos lo hacen. Organizar las aulas teniendo en cuenta el estilo de aprendizaje de los alumnos y los métodos de cada profesor genera un mayor rendimiento global. Pero, por supuesto, cualquier profesor puede aprender métodos que permitan a sus alumnos viso-espaciales aumentar su rendimiento en el aula.
Extracto del capítulo 5 del libro «Upside-Down Brilliance» (Aprendiz Viso-espacial), de Linda K. Silverman. Los textos en primera persona se refieren a la autora. Las opiniones vertidas son de la autora del libro.
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