Como muchos padres, Gepetto sólo quería que su hijo fuera como los demás. Pero Pinocho era diferente. Él estaba hecho de otro material. Intentó ser como los demás, se esforzó, pero nunca estuvo muy seguro de qué es lo que tenía que hacer en cada momento. Esta inseguridad le llevó por el mal camino.
Familias y docentes debemos ocuparnos de identificar, potenciar y crear el entorno adecuado para que las fortalezas y talento de nuestros hijos se desarrollen al máximo posible, y dejar atrás los absurdos esfuerzos que realizamos por que nuestros hijos «sean como los demás», «alcancen un estándar» o «se integren» cuando esto supone una renuncia a su propio yo.
Con este artículo nos estrenamos como colaboradores en INED21, un proyecto donde diversos docentes reflexionan sobre la educación aportando interesantísimas miradas que amplían y mejoran la visión sobre el trabajo docente.
Ined21
Autor: Paulina Bánfalvi
Como Gepetto, nuestro sistema ha diseñado un modelo de niño perfecto …

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