¿Son los alumnos con Alta Capacidad y bajo rendimiento académico más creativos?
«Einstein es un ejemplo clásico de una mente altamente dotada y creativa que no tuvo un gran papel en la escuela tradicional. Fue incluso acusado de ser algo “retrasado” porque aprendió a hablar más tarde que el resto de sus compañeros e ignoraba cualquier materia de la escuela que le aburriera. De hecho su éxito se atribuye al aprendizaje autónomo y el que obtuvo de ambientes educativos no tradicionales”. Cita Kyung Hee Kim, Doctora en Psicología educacional en el Instituto William y Mary de Estados Unidos.
Para Kim “la causa del bajo rendimiento de muchos alumnos con alta capacidad puede ser su creatividad, que tiende a chocar con los métodos tradicionales de enseñanza. Éstos muestran cualidades que muchos maestros de la escuela tradicional consideran indeseables en un estudiante».
Muchos no tendrán la suerte de Einstein. No encontrarán la libertad, la ambición o la oportunidad de desarrollarse en programas de auto-aprendizaje. Serán forzados a adaptarse a los sistemas tradicionales de enseñanza, mostrando a menudo un comportamiento disruptivo en el aula.
Un estudio realizado entre más de 400 adultos que han destacado por su gran creatividad mostró que más de un 60% tuvo problemas de rendimiento en la escuela. (Goertzel y Goertzel, 1960). La Oficina de Educación en Estados Unidos estima que entre un 25 y un 30% de los alumnos que abandonan las escuela, tienen alta capacidad.
Esta correlación ha sido reconocida por Torrance (1981b, 2000) cuando expresó su preocupación por el hecho de que los comportamientos creativos son penalizados y desalentados por padres y educadores, quienes perciben esta cualidad como inconveniente y difícil de gestionar. “Esto puede conducir a que el niño acaba por desear no ser creativo y en ocasiones a un bajo rendimiento y una respuesta rígida que no se adapta al entorno escolar”
De hecho el mismo Einstein nos dio su visión sobre este hecho cuando expresó “Pocos individuos son capaces de expresar con ecuanimidad opiniones que difieren de los prejuicios de su entorno social. Muchas personas son incluso incapaces de generar estar opiniones”.
Alta Capacidad, Creatividad e Inteligencia.
Tradicionalmente se ha definido la alta capacidad de forma unidimensional, basada en el resultado a un test de inteligencia (valor IQ) y como un predictor del éxito académico. El problema es que esta definición no es suficiente, porque la excelencia requiere creatividad (Torrance, 1962). Trabajar la creatividad es muy importante para los alumnos con alto potencial cognitivo porque la creatividad convierte la inteligencia en eminencia.
La creatividad es muy importante en el campo de la investigación científica, la innovación tecnológica, el emprendimiento empresarial o el arte. Los avances más llamativos en la historia de la humanidad han sido gracias a individuos con un alto nivel creativo, tanto en el campo del liderazgo político o militar, las artes o la ciencia. Por ello desarrollarla desde la escuela debe ser una de las labores principales de los educadores.
Características de los alumnos con Alta Capacidad y Bajo Rendimiento
Las causas del bajo rendimiento nunca son causas aisladas, sino un complejo entramado de interacciones que afectan unas a otras. Pero una de estas causas se revela parte de la personalidad de los niños con alta capacidad y potencial creativo. Se ha constatado que los alumnos con alta capacidad que muestran bajo rendimiento académico son especialmente sensibles a aquellos maestros y profesores con actitudes críticas, rígidas, controladores y poco simpáticos.
Muchos estudios ponen de manifiesto que algunos educadores mantienen actitudes negativas hacia los niños con alta capacidad que se resisten a la conformidad, pues les generan un trabajo adicional para el que quizá no están formados o la estructura rígida de su aula no da respuesta. Estos alumnos son muy sensibles a este ambiente social negativo, lo que contribuye a generarles conflictos y bloqueos emocionales que les lleva a este bajo rendimiento crónico o incluso a abandonar sus estudios. (Whitemore, 1980, Rotherberg, Johnson, y Brooks, 1996).
Emerick (1992) en sus investigaciones encontró que los niños y jóvenes con alta capacidad y bajo rendimiento académico compartían una alta independencia de pensamiento y juicio, un alto deseo de asumir riesgos, perseverancia, una capacidad por encima de la media, alto potencial creativo y una intensa pasión por lo que hacen. A su vez, un estudio comparativo entre la personalidad de un grupo de inventores de alta capacidad que abandonaron la escuela y los que no lo hicieron (Lajoie & Shore, 1981), mostró que aquellos que abandonaron la escuela eran más asertivos, independientes, rebeldes, alegres, expresivos, francos y habladores que aquellos que no la abandonaron. Las conclusiones de estos estudios lleva a pensar que es la presión de la escuela para ajustarse a una media, y no el desinterés por ella, la causa de este abandono (Lajoie & Shore, 1981).
Diversas encuestas realizadas a maestros y profesores nos muestran que éstos tienen predilección por aquellos estudiantes de alto rendimiento que cumplen con las expectativas y dan las respuestas esperadas por el profesor, respetan la autoridad, son conformistas, piensan de forma lógica y son responsables, lo que les hace fáciles de manejar en el aula. Mientras, rechazan a aquellos que son disruptivos, creativos y poco convencionales, ya que los ven como una fuente de conflicto e interferencia. Prefieren alumnos inteligentes más que aquellos que son inteligentes y creativos a la vez y en ocasiones confunden a éstos con alumnos con hiperactividad, déficit de atención o problemas de comportamiento. (Davis & Rimm, 1994; Oliphant, 1986; Rimm & Davis, 1976; Ritchie, 1980; Robinson, 1980; Rudowicz, 2003; Rudowicz & Yue, 2000; Scott, 1999; Westby & Dawson, 1995).
Otro aspecto a destacar es que la rigidez de nuestra educación provoca que los niños altamente creativos pronto se ganen la reputación de tener ideas locas o absurdas (Torrance, 1962). Una vez que un niño se gana la reputación de ser tonto, es difícil que sus profesores y compañeros aprecien ninguna de sus ideas. (interesante reflexión que realiza un docente a propósito de uno de sus alumnos a los que habían etiquetado como «peculiar» por sus aportaciones alocadas y fuera de lugar, que finalmente resultaban ser reflejo de una mente creativa, en este artículo : https://ined21.com/la-atencion-no-preste/)
El deseo de conformidad que los maestros trasladan a sus alumnos también puede conducir a un alumno a esta no-conformidad. Withmore (1980) investigó que la no-conformidad puede convertirse en un impulso para los individuos altamente creativos con alta capacidad intelectual cuyo proceso mental natural les lleva a explorar conceptos y métodos que difieren de la norma, especialmente cuando se enfrentan a la presión de aceptar estas normas.
Educadores, padres y compañeros nos sentimos amenazados cuando los niños altamente creativos expresan su creatividad. Algunos de sus cuestionamientos, experimentaciones, e ideas locas, pueden resultar molestas. El comportamiento creativo puede ser interpretado como agresivo o incluso hostil, y así es como sus ideas y preguntas son rechazadas, pues retan el status quo, minando su autoestima y frenando el desarrollo de su potencial creativo.
Sensibilidad, Asunción de Riesgos y Socialización
Las personas altamente creativos se enfrentan a algunas dificultades sociales debido a su personalidad y necesidades únicas que pueden no ser compartidas por sus compañeros. Un alto grado de sensibilidad, la facilidad de sentirse afectado y un pensamiento divergente, son rasgos esenciales de la personalidad creativa (Torrance, 1962). Hammer (1961) estudió que los adolescentes altamente creativos mostraban sentimientos más profundos, mayor capacidad de dar respuestas originales, integran cualidades consideradas femeninas y masculinas, muestran mayor independencia y rebeldía, tienen una mayor necesidad por expresarse y un mayor rango de expresión emocional.
Getzels y Jackson (1958) mostraron en sus estudios que estos individuos muestran un mayor grado de imaginación y originalidad, un humor especial, y disfrutan del riesgo y las situaciones de incertidumbre. Cuando un niño plantea una pregunta inusual o una idea avanzada, asume el riesgo de hacer el ridículo frente a sus compañeros y profesor. (Torrance 1962). Este riesgo al ridículo puede desalentar la capacidad de asumir riesgos, una aptitud que resulta imprescindible en la adquisición de habilidades y conocimiento.
El efecto de estos comportamientos sociales “anti-creatividad” en la infancia, son evidentes en el trabajo de Torrance (fourth grade slump, 1967,1968), cuyos test muestran una significativa bajada en las puntuaciones en creatividad después del 3er grado (2º de EP).
Implicaciones en función del género
Muchos de estos alumnos tienden a esconder su capacidad creativa para no perder el rol acorde a su sexo, ya que la sensibilidad (una cualidad considerada femenina) y la asertividad (una cualidad considerada masculina), son componentes importantes de la creatividad.
La Supresión de la Creatividad y los Problemas Sociales.
Cuando los individuos altamente creativos suprimen su impulso creativo y se convierten en individuos que acatan lo establecido y son obedientes, pueden crecer con una importante falta de autoestima y falta de confianza en sus propios criterios, convirtiéndose en dependientes de las decisiones de otros. Fracasan en su desarrollo porque no han tenidos oportunidades de desarrollar su potencial en un entorno facilitador donde su cualidad no sea valorada negativamente (Torrance, 1960s). A veces se convierten en individuos solitarios por la falta de aceptación de su entorno.
Dado que la creatividad implica pensamiento independiente, rechazo a la presión del grupo, romper moldes, o cuestionar lo establecido, muchos niños altamente creativos pueden experimentar problemas de ajuste con su entorno. Lo que también puede conducir a una represión de su expresión creativa, que a su vez les genera una mayor tensión o desequilibrio interno.
La investigación llevada a cabo por Whitmore (1980) mostró que muchos alumnos con alta capacidad y alto potencial creativo eran de alguna manera tímidos y no-asertivos en el aula. Algunos eran alumnos conflictivos. El alumno disruptivo consume mucha atención por parte del profesor y no muestra un rendimiento académico excepcional o un alto potencial. Algunos sólo acaban mostrando este potencial en entornos específicos para alumnos con alta capacidad, pero la mayoría aprenden a suprimir sus impulsos creativos o incluso no han llegado a descubrirlos.
Esto significa que estos estudiantes sólo serán conscientes de su potencial creativo y la satisfacción intrínseca derivada del hecho de crear, si consiguen alguna vez estar en un entorno que potencie su creatividad. (Ken Robinson. El elemento. En este interesante libro Robinson relata la biografía de varios genios creativos de nuestra historia que tras un paso por la escuela muy negativo, descubrieron su potencial creativo una vez tuvieron la oportunidad -y la suerte- de encontrarse en un entorno acorde y de interactuar con individuos afines. Lo que Robinson llama, «Encontrar tu elemento, descubrir tu Tribu»).
Autoestima y Logro
Marilyn J. Sorensen, Doctora en Psicología y autora del libro Breaking the Chain of Low Self-Esteem, (rompiendo la cadena de la baja autoestima), nos dice : “Las personas con baja autoestima con frecuencia se encuentran en uno de los dos extremos del rendimiento: el bajo rendimiento o el “sobre”-rendimiento. Algunos toman la senda de canalizar continuamente sus energías en un intento de recibir reconocimiento, aprobación y afirmación y se convierten en individuos de gran éxito en sus carreras y entornos educativos. Están motivados y obtienen un “sobre”-rendimiento. Otros se bloquean por el miedo y nunca desarrollan su potencial o talento.
Leyendo las biografías y entrevistas de muchos personajes destacados por su creatividad y talento, siempre me ha chocado ver cuántos de ellos se definen como muy auto-críticos y con una baja auto-estima. En la biografía de John Lennon, el autor Larry Kane destaca “la gente se sorprendería al saber cuán inseguro era John Lennon y su falta de auto-estima. A lo largo de su vida e incluso en la cima de la “Beattle Manía” siempre mantuvo una auto-estima pobre, incluso a pesar de su imagen de seguridad.”
En su libro Marilyn expresa : «La auto-estima se construye básicamente a través del auto-reconocimiento, un conocimiento real de nuestro potencial, nuestro esfuerzo y nuestro valor como personas. Algo que se aleja de los absurdos y trivializantes esfuerzos de la educación promovida en los últimos años, que trabaja para hacer que todos los niños en la escuela se sientan «especiales» y tengan una alta autoestima (a menudo inflada y vacía de significado), como cuando mantenemos posturas como «No queremos que nadie se sienta excluido, así que todos ganarán el premio de ortografía» o «El premio al mejor alumno será elegido por una lotería«. Otro ejemplo es el laureado Premio Nobel de Literatura, el poeta y escritor Czeslaw Milosz quien confesó “Para mí escribir siempre fue una forma de superar mi inutilidad, real o imaginada”.
Cómo Revertir el Bajo Rendimiento
Las similitudes entre las características de los alumnos con alta capacidad de bajo rendimiento y aquellos de alto potencial creativo de bajo rendimiento destacados en estos estudios, nos da a entender que revertir las cifras de bajo rendimiento entre el alumnado con alta capacidad se puede lograr potenciando el desarrollo del potencial creativo en el aula.
Emerick (1992) demostró que cuando se presentan las oportunidades educativas apropiadas, estos niños responden positivamente, aunque revertir la situación de bajo rendimiento es una tarea difícil y lleva tiempo. Estas oportunidades deben incluir iniciativas para la toma de decisiones, respeto a la libertad del estudiante sobre su aprendizaje, potenciar la responsabilidad sobre el mismo, permitirles independencia en la elección de proyectos, materias, materiales, presentaciones…, relajar la disciplina y las exigencias de sumisión y conformidad.
Estos alumnos necesitan aprender de forma activa, asumiendo retos, planteando cuestiones. Aspectos como la gamificación, el ABP, el desarrollo de habilidades visuales y espaciales, las propuestas que incluyan el uso de la imaginación, consiguen de ellos una mayor implicación. Necesitan disfrutar con su aprendizaje. Necesitan sentirse orgullosos de su trabajo y resultados, más que el reconocimiento externo o la nota.
Mentores y Liderazgo Adulto
Chambers (1973) observó que aquellos docentes que estimulan la creatividad, permiten la elección de temas, valoran las respuestas poco ortodoxas, interactúan con sus estudiantes y dirigen el aula de una forma más informal obtienen mejores resultados en sus alumnos. Torrance (1981 a 1994) concluyó en sus estudios que los docentes que marcan una diferencia ayudan a sus estudiantes a amar su asignatura de una forma tan intensa que ésta llega a convertirse en el centro de sus futuras carreras. Para Torrance, esta pasión despertada es el mejor predictor del logro futuro.
En su «Manifesto for Children» (Torrance 2002), se basa en estas ideas y en 40 años de estudios longitudinales para instar a los niños a:
- No tengas miedo de amar algo y de perseguirlo con intensidad.
- Conoce, entiende, practica, explota, enorgullécete y disfruta de tus fortalezas.
- Aprende a liberarte de las expectativas de otros y a alejarte de los juegos que te imponen. Libérate y juega a tu propio juego.
- Encuentra a un gran maestro o un mentor que te ayude.
- No malgastes energía en ser completo u homogéneo
- Haz aquello que amas y que haces bien.
- Aprende las habilidades de la interdependencia.
El mentorazgo y la comprensión de los adultos tienen un alto impacto en estos niños que tienden a destacar de forma natural, pero que a menudo se pliegan en un intento de satisfacer necesidades que les son contradictorias (satisfacer necesidades sociales vs. necesidades de desarrollo). Por eso necesitan encontrar un entorno donde su diferencia sea aceptada y valorada positivamente e interactuar con otros con los que se puedan comunicar en un mismo nivel. Deben ser ayudados para construir una fuerte auto-estima que les permita ir más allá de su zona de confort, superar la incertidumbre y arriesgarse a fallar en entornos no familiares (Szekely, 1981).
El objetivo es promover un sano equilibrio entre individualidad, creatividad y conformidad. Un adulto creativo puede ayudar a un niño o joven creativo a cruzar el puente entre la autonomía y la conformidad. Los profesores que trabajan de forma creativa y aceptan las diferencias, generan un marco de auto-aceptación y un ambiente en el aula donde los estudiantes están más animados a valorar las diferencias de otros.
Dar voz y voto a los alumnos altamente creativos les permite ejercitar su capacidad para perseguir sus ideas divergentes sin tener la necesidad de rebelarse, por lo que muchos problemas de comportamiento desaparecen. También les ayuda a conocer y desarrollar su potencial, a desarrollar sentimientos positivos de competencia, a crecer sintiéndose válidos y enfrentarse a los retos.
De nuevo la investigación demuestra que la formación y la implicación del profesorado en el desarrollo de la creatividad y el potencial, son muy importantes.
La escuela lleva siglos fallando a los alumnos con mas talento creativo. Fomentar la creatividad ya no es optativo en una sociedad donde ésta se ha convertido en la principal cualidad a valorar por las empresas y donde nuestro futuro depende en gran medida de ella. ¡Es hora de cambiar¡
Este artículo es un extracto y síntesis de los siguientes:
http://thecreativemind.net/16/maybe-gifted-underachievers-are-more-creative/
http://blogs.psychcentral.com/creative-mind/2010/12/creative-but-insecure/
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