¿Por qué necesitamos enseñar a pensar a nuestros estudiantes?
Autor: Robert Swartz (traducido y publicado con su consentimiento)
Todo el mundo piensa, pero no todo el mundo piensa de forma eficaz. Seguro que todos podemos recordar ejemplos en los que pensamos que no tomamos las decisiones más acertadas, no tuvimos en cuenta suficientemente las desventajas o consecuencias de nuestras decisiones, y ésto ahora nos atormenta.
¿Qué nos estamos perdiendo? Normalmente tres tipos de pensamiento que todos necesitamos desarrollar para realizarlas de forma cuidadosa y con habilidad : Análisis de Ideas, Desarrollo de Propuestas Creativas, y Pensamiento Crítico.
¿Qué significa esto? Centrémonos en el análisis, sustituyámosla por «pensar en cómo funcionan las cosas». Desde un teléfono móvil a una bicicleta. Pensemos ahora en lo que enseñamos a los niños en la escuela. Por ejemplos en las historias de los libros que les hacemos leer. ¿Cómo funcionan? A menudo les decimos a los estudiantes que toda historia tiene 5 partes : Los personajes, la escena, el argumento o trama, nudo y desenlace. Pero las historias a menudo generan un suspense, que nos incita a querer leer más, a veces acaban con una sensación de alivio, otras de sorpresa. ¿Cómo pueden todos estos elementos combinarse para que esto ocurra?.
Un maestro puede plantear a sus alumnos «Muchos de vosotros habéis indicado que al leer esta novela, las acciones del personales os hicieron sentir ansiedad y crearon suspense. Quisisteis leer más. ¿Cómo consiguió esto el autor?.
No es difícil de resolver en las historias más simples, y ayudará a comprender las más complejas. «Oh, hizo que el personaje hiciera algo malo y después no nos habló de él por un tiempo. Así que tuvimos curiosidad y seguimos leyendo». Que el estudiante explique esto nos hace ver que comprendió la técnica y aumentó el interés del estudiante en la historia. Quién sabe, quizá más tarde ese mismo estudiante escriba su propia historia.
Cuando esto sucede, la comprensión que el estudiante desarrolla es mucho mayor que cualquier ejercicio memorístico. ¡Y esta es sólo una de las destrezas del pensamiento que no estamos enseñando a nuestros alumnos en la escuela tradicional¡
Así, la respuesta a nuestra pregunta es simple. Sabemos cómo enseñar destrezas de pensamiento de forma que todos nuestros alumnos las usen de forma natural, y sabemos cómo implantar hábitos de pensamiento y rutinas de cuestionamiento que potencien el uso de estas destrezas. Y sabemos cómo infundir esto en el currículo ordinario sin comprometer los contenidos. Más aún, sabemos como hacer todo esto en aulas que se convertirían en aulas centradas en el alumno, quienes trabajarían de forma colaborativa, animados por sus profesores, trabajando por el desarrollo de una cultura del pensamiento. Sabemos además como poner todas estas herramientas juntas para que todo el centro se convierta en un centro de aprendizaje basado en el pensamiento.
Para hacer esto, no necesitamos tirar paredes, ni contratar a más profesores, ni cambiar el curriculum. Los maestros y profesores y los directores de cada escuela pueden hacer que esto suceda, ellos sólos. De hecho, cada docente puede hacer esto y todos sus alumnos pueden beneficiarse de ello.
Así es como deberíamos enseñar a todos nuestros alumnos :
1) Tener buena memoria no contribuye por sí sólo a pensar o aprender adecuadamente.
Los colegios españoles se están dando cada vez más cuenta de que hacer de la memorización la única base del aprendizaje está resultando un fracaso. Ha fracasado este sistema, porque se ha limitado a conseguir un aprendizaje superficial que tiene poco impacto en la vida de los estudiantes. Muchos estudiantes memorizan conceptos para aprobar los exámenes, y los aprueban. Su objetivo es aprobar los exámenes, incluso sacar buenas notas. Pero, ¿qué hay de lo que estan aprendiendo para pasar estos exámenes? Para ellos sólo es un medio de sacar buenas notas. Muchos estudios recientes demuestran que el 90% de lo que los estudiantes aprenden en la escuela, tiene un impacto muy pequeño en su vida fuera de ella.
Ha fracasado en hacer consciente a los alumnos de la necesidad de aprender implicándose en lo que se ha venido a llamar “pensamiento de orden superior”. Esto implica por ejemplo desarrollar la capacidad de tomar decisiones importantes, trabajar la resolución de problemas, hacer predicciones precisas sobre las consecuencias de las acciones, o evaluar los argumentos de otros que intentan hacerte cambiar de opinión, entre otras. Estas son destrezas necesarias para la vida, y difieren del ejercicio de sólo memorizar. Sin embargo, muchos estudiantes acaban la escuela sin haber desarrollado ninguna de estas detrezas.
¿Tenemos una solución mejor?
2) Mejoremos nuestro pensamiento y usémoslo para aprender mejor.
Algunos colegios están cogiendo el toro por los cuernos. Están siguiendo el ejemplo de otros colegios que quieren dar otro enfoque a la forma de enseñar. No solamente enseñan a sus alumnos destrezas de orden superior de forma explícita, sino que también están reestructurando sus clases para infundir la enseñanza de las destrezas del pensamiento analítico, creativo y crítico en los contenidos de cada día.
Animan a los alumnos a usar estas destrezas para pensar y poder implicarse en un aprendizaje más profundo de los contenidos curriculares normales. Y lo están haciendo en todos los cursos y asignaturas con notable éxito. Esta nueva metodología de enseñanza es lo que denomino «Enseñanza basada en el pensamiento».
¿Qué implica esta esto?
Pongamos un ejemplo: Los alumnos aprenden sobre nutriciónn y se les pide comparar y contrastar una dieta mediterránea y una dieta de comida rápida.

En lugar de enumerar simplemente las similitudes y diferencias, el profesor les va guiando con el fin de que piensen en estas similitudes y diferencias, haciendoles diferentes preguntas:
- ¿Qué diferencias y similitudes son importantes?
- ¿Qué ideas son relevantes a la hora de elegir los alimentos que comemos?
- ¿Qué conclusiones podemos sacar sobre estos dos tipos de dieta?
Para ello, se utiliza un organizador gráfico especial, para que puedan guiarse y escribir las respuestas a estas preguntas conforme interactúan con otros alumnos en pequeños grupos de pensamiento colaborativo.

Estas tres preguntas, junto con un listado de similitudes y diferencias que incluyen tanto elementos triviales como relevantes, además de hacer que los estudiantes obtengan una perspectiva más amplia y significativa de esta actividad gracias a sus propias conclusiones, es lo que favorece la estrategia de comparar y constrastar con destreza.Esta estrategia desarolla más el pensamiento que simplemente enumerar y no pensar sobre las similitudes y diferencias que van encontrando. A su vez, esto eleva la actividad a un tipo de pensamiento de orden superior y que resulta fácil de dominar para los estudiantes. Aquí mostramos las respuestas de tres estudiantes que trabajaron juntos en esta lección.
Este trabajo se puede realizar en todas las asignaturas y materias, la idea es trabajar el aprendizaje a través del razonamiento, permitiendo que los estudiantes analicen, reflexiones y saquen sus propias conclusiones. Por ejemplo, otros temas que los estudiantes pueden comparar y contrastar han sido un pasaje en prosa y una pieza de poesía sobre el mismo tema; un país democrático y un país totalitario; Las Meninas de Velazquez y las Meninas de Picasso; una fruta y una verdura; Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, etc…En algunos casos, los profesores piden que los alumnos escriban un texto corto con su respectiva conclusión para posteriormente ir produciendo razones o evidencias apoyadas en las similitudes y diferencias reflejadas en los organizadores gráficos. El hecho de ser capaces de organizar sus ideas mediante esta sencilla estructura favorece aún más el conocimiento y el aprendizaje logrado a lo largo de la lección.
La destreza de comparar y contrastar se trata de un tipo de destreza de análisis, tomando este término prestado de uno de los autores experto en enseñananza del pensamiento: Benjamin Bloom (Taxonomía de Bloom).
También hay otro tipo de análisis que se pueden enseñar. Por ejemplo, a menudo los alumnos suelen estudiar cosas que tienen componentes claros sobre lo que tienen que aprender, como las partes del cuerpo humano, las diferentes partes de un discurso, partes de una historia, las partes de un gobierno de cada país. Se les suele preguntar sobre las diferentes partes que lo componen, para comprobar si han aprendido lo que el profesor les ha ido enseñando.
Pero, ¿es suficiente con conocer los nombres de las partes? Supongamos que practicamos la destreza de las partes y el todo. Se podría hacer aún más en profundidad si añadimos las siguientes preguntas: ¿Qué pasaría si faltase una parte del conjunto?, ¿Cuál es la función de esta parte cuando está presente? Y ¿cómo funcionan todas estas partes juntas para hacer que todo el conjunto haga lo que hace? Estas son preguntas inquisitivas y de descubrimiento que los estudiantes solamente pueden dominar cuando se detienen a pensar sobre las partes de cualquier objeto; También los alumnos van aprendiendo a compartir sus ideas y a trabajar juntos para ir encontrando respuestas reveladoras. Pensad por un momento sobre cómo el hecho de hacer estas preguntas para estudiar los diferentes objetos, conlleva a un entendimiento más profundo y enriquecedor sobre cómo las cosas funcionan, en vez de limitarse a enumerar las partes.
De este modo, la destreza de las partes y el todo acaba siendo un tipo de pensamiento de orden superior, que cuando acaba siendo algo habitual en la vida de los alumnos, ¡puede potenciar su aprendizaje 100 veces más o incluso 1000 veces más!
DETERMINAR LA RELACIÓN DE LAS PARTES Y EL TODO
1. ¿Cuáles son los componentes más pequeños que componen todo el conjunto?
2. ¿Qué pasaría si faltase alguna de las partes?
3. Entonces ¿cuál es la función de cada parte?
4. ¿Cómo se interrelacionan las partes y cómo influye cada una de ellas en el todo?
Robert Swartz
Si utilizamos con frecuencia esta estrategia para pensar en las partes y el todo, al igual que la destreza de comparar y contrastar, llegará a ser algo habitual mediante la práctica continua del profesor que podrá dar forma y guiar el pensamiento de sus alumnos. Todos los alumnos lo acaban dominando fácilmente.
De hecho, hay muchos más tipos de pensamiento analítico que pueden trabajarse desde diferentes formas de pensamiento de orden superior y que llegan a ser destrezas que nuestros alumnos acaban utilizando con facilidad, una vez que las han practicado y puesto en práctica con regularidad. ¡He aquí la potencia educativa que proviene de hacer la infusión de las destrezas de pensamiento en el contenido del curriculum!
II. Desde un pensamiento analítico a un pensamiento creativo
Por supuesto no queremos quedarnos solamente en estos tipos de análisis. También pretendemos que nuestros alumnos sean capaces de pensar de forma creativa cuando necesiten crear nuevas ideas y evaluarlas, antes de decidir si éstas funcionan y si son aceptables. Este el campo del pensamiento crítico.No quiere decir que no tengamos costumbre de utilizar el pensamiento crítico o creativo. Al igual que los ejemplos de comparar y contrastar, solemos hacerlo, pero no del todo bien, por ello podemos ampliar nuestra forma de pensar -si sabemos hacerlo de forma adecuada- al igual que estos alumnos hacen con la destreza de comparar-contrastar y las partes y el todo.
Con la práctica se llegará a hacer de forma más profunda y con más destreza. El potencial de aprendizaje de estos otros dos tipos de pensamiento es enorme cuando se emplean estas destrezas de pensamiento analítico. Algunos profesores han hecho estas propuestas a sus alumnos : ¿Nos podrían surgir nuevas ideas sobre cómo mejorar la seguridad humana, sobre cómo conservar el medio ambiente, sobre cómo cambiar el final de una historia para resaltar más las fortalezas de uno de los personajes? Reconocen que una simple lluvia de ideas no es suficiente para extraer auténticas ideas originales.
Para potenciar estas actividades donde los estudiantes practican algunas destrezas, se les pide a los alumnos pasar de una lluvia de ideas a intentar deliberadamente agrupar las ideas familiares para acabar encontrando ideas nuevas y originales que permitan conseguir estos objetivos. Un estudiante, por ejemplo llegó a crear un nuevo tipo de misil que podia responder electrónicamente a las señales de peligro de los escaladores de montaña en circunstancias adversas y a la vez, podia transportar y abastecer de instrumentos médicos que podían enviarse con un paracaídas en respuesta a otra señal electronica que emitiese el escalador en peligro. Una idea interesante, ¿verdad?
Esto claramente sitúa a este tipo de pensamiento original, en la categoría de síntesis, de Bloom. Todo ello, promovido por una simple lluvia de ideas y añadiendo pasos explícitos que suponen intentos deliberados para combinar ideas de una forma nueva. Otros profesores han trabajado con sus alumnos identificando problemas típicos de adultos para posteriormente ir sugiriendo ideas creativas para resolverlos.
Por ejemplo, un grupo de alumnos trataron de dar soluciones a cómo encontrar las llaves que uno ha perdido. En otro colegio, el profesor de música retó a los alumnos a desarrollar modos innovadores de tratar piezas de música ya existentes. Otro profesor desafió a sus alumnos de 5 años a encontrar modos creativos de utilizar viejas cajas de carton que se iban a deshechar, con el fin de crear algo útil. En todos estos ejemplos, los alumnos tenían que proveer muchas ideas sobre las que el profesor nunca había pensando antes.
Cuando internalizamos esta estrategia de pensamiento y la asumimos como algo natural para nuestro intelecto y para la creatividad, entonces estará totalmente al alcance y capacidad de los alumnos. Este tipo de pensamiento nos acaba liberando de la monotonía del acto de pensar, con sus viejas y continuas rutinas. Todos los alumnos son capaces de aprender estas estrategias para desarrollar su pensamiento creativo, y ¡no solo los alumnos más capaces! Pero si no practican esta habilidad, simplemente permanecerá latente en sus mentes y nunca llegará a dar fruto. Todos los estudiantes, tienen esta capacidad.
IV. El pensamiento crítico también es necesario para ser buenos pensadores y buenos aprendices.
Y por supuesto, también tenemos lo que se llama pensamiento crítico. Este es el tipo de pensamiento que se engloba en la categoría de evaluación, de Bloom. Lo creamos o no, todos acabamos ejercitando nuestro pensamiento crítico de forma regular. Pero la pregunta es ¿lo hacemos con destreza? «¿Debo creer lo que este vendedor me está diciendo sobre el nuevo coche Twingo? Bueno, tiene una sonrisa agradable, habla convincentemente y parece una persona amable». El pensamiento crítico básicamente nos cuestiona: ¿Debo hacer esto? O ¿Me debo creer esto otro? y posteriormente nos responde haciendo un juicio basado en una amplia y relevante información.
Si la información es relevante pero no muy amplia, entonces detendremos nuestro juicio y lo consideraremos como incierto para aceptar o rechazar la idea, con lo que tendremos que seguir yendo más lejos. Esto significa que nosotros simplemente no hacemos cosas o no nos creemos algo solamente porque alguien nos lo haya dicho. Todo juicio ha de estar basado en razones que sean viables.
Pero ¿cómo sabemos qué información es relevante y cuando es suficientemente amplia? Cuando hacemos uso del pensamiento crítico sin cuidado y sin destreza, es cuando podemos tener más dificultades. Mentiras o simplemente errores, se pueden transmitir a través de una sonrisa o a través de mensajes que parecen convincentes. ¿Cuántas veces hemos sido víctimas de ello?
Un profesor de historia puso de ejemplo a sus alumnos, exponiendo dos explicaciones sobre un mismo conflicto, tomado de dos libros diferentes de historia, sobre quién inició la batalla que produjo la caída del gobierno democrático y los motivos que lo produjeron al respecto. ¿A quién deben creer? Quizás, el profesor debería elegir el libro que él cree que es más fiable y así poder dárselo a sus alumnos. Pero ¿que pasará cuando no esté el profesor y los alumnos tengan que hacer su propia elección?
Finalmente lo que hizo el profesor fue pedirles que trabajen juntos para configurar una lista de cuestiones que les ayude a decidir cuál es la fuente más fiable sobre el motivo que hay detrás del hecho histórico. Los alumnos procedieron a hacer un listado sobre el que tomar referencia para emitir un tipo de juicio u otro. Este listado incluía cuestiones específicas sobre los autores (como por ejemplo la reputación, lealtad o afiliación hacia un lado u otro), las publicaciones anteriores (ej. qué tipo de libros han publicado, en qué editorial), de donde tomaban los autores la información (ej. de fuentes primarias o secundarias) y algunos aspectos adicionales (qué decían otros historiadores, evidencias).
EVALUAR LAS FUENTES
1. ¿Qué sabemos sobre el autor, su formación, trayectoría profesional e intereses?
2. ¿Qué sabemos sobre el texto, que nos dice la fecha de publicación y el medio en el que fue publicado? ¿Es un texto de opinión, un editorial, o un artículo de investigación?
3. ¿El autor fue testigo o protagonista? Si es así ¿cuál era su papel e intereses? Si no es así ¿Qué testigos o evidencias presenta? ¿Cuáles son sus fuentes?
Robert Swartz
Así se daban cuenta de que los resultados y datos que obtenían podían ser muy fiables, poco fiables o bien inciertos. A mi juicio, esto es también un tipo de liberación: Liberación de la tiranía de los textos y de otras formas de comunicación, incluyendo la publicidad.
Profesores de ciencias a los que les resulta familiar este ejemplo sobre historia, han utilizado este modo de enseñar y ayudar a sus alumnos con el fin de que desarrollen un pensamiento crítico con destreza para poder evaluar la fiabilidad de cuestiones diversas o nuevos descubrimientos, como por ejemplo gusanos gigantes encontrados en el fondo del oceáno (¡lo que llegó a resultar fiable!). Lo que estos alumnos desarrollaron fue un listado similar que podíaan utilizar no solamente para evaluar estas fuentes históricas o científicas para comprobar su fiabilidad, sino para evaluar cualquier fuente escrita de cualquier campo del conocimiento.
Esta es una cuestión muy relevante hoy día, especialmente en relación a cómo valorar internet como fuente de información. ¿Cuántos alumnos cuando requieren información de internet simplemente aceptan y copian todo lo que leen? Y qué facil resulta para cualquiera, poder colgar información en internet y hacer que suene creíble. El poder liberador del pensamiento crítico resulta muy claro con estos ejemplos.
V. ¿Pueden ser todos los estudiantes buenos pensadores y aprendices?
Pensemos en los niños muy pequeños. ¿No resulta el pensamiento crítico muy sofisticado para ellos? ¿No sería más propio para niños más mayores? He podido observar una lección impartida por una profesora en un colegio, para niños de 3, 4 y 5 años.
Esta profesora trabajaba con niños de 4 años y les hace una pregunta : ¿Por qué tu compañera Laila no ha venido hoy? ¿Por qué razon? La respuesta standard que los alumnos suelen dar es que está enferma. Pero, ¿es esto cierto? No hagamos suposiciones. ¿Cómo podemos averiguarlo? ¿Hay otras posibilidades de por qué no ha venido hoy? “Bueno, si”, dicen los alumnos. “Podría quizás estar visitando a su abuela, o quizás esté en el dentista, etc..” Entonces, ¿Cómo podemos saberlo?
Consideremos cómo podemos averiguar si está enferma. ¿Qué pruebas tendríamos? Llamar a su doctor, o llamar a su madre o bien miremos en su mochila por si hubiese algún tipo de medicina. De este modo, los alumnos pueden llegar a ser como Sherlock Holmes. Todas estas ideas provienen de su propia experiencia. Bueno, no conocemos a su doctor y su madre no suele contestar el teléfono, pero sin embargo, hemos encontrado un Kleenex en su mochila. ¿Debemos por tanto concluir que está enferma? Sorprendentemente todos los alumnos contestaron: “No lo sabemos. Un Kleenex no es una evidencia muy clara!! Así que estos alumnos concluyeron que la respuesta debe permenecer incierta y que deben por tanto, seguir indagando. ¿Cuántos adultos están dispuestos a reconocer algo así?
BUSCANDO LAS CAUSAS
1. ¿Cuáles son las posibles causas?
2. ¿Qué pruebas o evidencias debo buscar para determinar las verdaderas causas?
3. ¿Tras mi investigación, qué pruebas he encontrado?
4. ¿Que me dicen las evidencias encontradas sobre las causas?
Robert Swartz
VI. Pensar bien no solo sirve para aprender mejor sino para vivir mejor.
Muchos profesores enseñan a sus alumnos a utilizar estas destrezas de pensamiento para llevar a cabo una buena toma de decisiones y solución de problemas con destreza. A mi juicio, éste debe ser el principal objetivo de la enseñanza. Si la razón por la que hacemos las cosas es “enseñar a pensar”, pero al final no conseguimos tener impacto sobre cómo los alumnos toman decisiones o resuelven problemas en el colegio y en sus vidas, por muy interesante que sea lo que hemos hecho, ¡hay algo que nos está faltando!
Imagínate convertirte en el protagonista del cuento de “Jack y las habichuelas mágicas”, cuyo fin es esconderse y huir del gigante. ¿Qué debe hacer y por qué motivo? Pensemos en ello detenidamente y no adivinemos simplemente qué puede pasar. O si fueses Madam Bovary, ¿qué deberías hacer? No todas las decisiones de los personajes de ficción son las mejores. ¿Cuál crees que sería la mejor? Y por supuesto, dependería de cómo son los personajes y en qué circunstancias se encuentran, cuestiones sobre las que habría que hacer una lectura más profunda para averiguarlo.
A lo largo de la historia ciertamente no todas las decisiones de los líderes han sido buenas. Piensa si fueses Napoleon en Waterloo, Cesar en el Rubicon, Harry Trumen sabiendo que tiene armas atómicas y que estás en la Segunda Guerra mundial. Por supuesto cuando te decantas por una elección, has de saber que te estáss basando en hechos reales históricos. O en otro ámbito diferente, ¿cuál sería la mejor fuente de energía sobre la que mejor dependería tu país? ¿Qué equipamiento sería mejor para nuestro nuevo gimnasio teniendo en cuenta nuestro limitado presupuesto? ¿Qué tema debería elegir para mi ensayo final? ¿qué se puede hacer para aprovechar y transformar el espacio inutilizado cerca del colegio para convertirlo en un parque para niños con discapacidades? Y así muchas más.
Por supuesto, cuando tomamos estas decisiones, tenemos que asegurarnos de tener en cuenta diferentes opciones; de hecho podemos pensar en algunas ideas creativas. Pero posteriormente, ¿qué necesitaríamos para poder decidir las consecuencias relevantes que podrían tener estas opciones, si son buenas o malas? Y cuando observemos el resultado, ¿cómo de importantes son estas consecuencias? Teniendo en cuenta todo ello, ¿cuál sería la mejor opción? ¡Esto sería una toma de deciones con destreza! De hecho, pasemos al siguiente paso y transformemos este minucioso pensamiento en escritura.
Imaginemos que estamos escribiendo una carta al Presidente Truman de los Estados Unidos, para dar fin a la II Guerra Mundial. Utilicemos una estructura basada en una buena toma de decisiones con destreza. ¿Hay alguna opción mejor y diferente a las armas nucleares? Si las hay, expliquemos por qué. Si no, expliquemos por qué bombardear ciudades japonesas con armas nucleares, parece ser la mejor opción en esta situación. Pero cuando lo hagamos, no adoptemos simplemente una actitud polémica y nos limitemos a explicar los beneficios de lo que recomendamos.
Mostremos al Presidente Truman que lo que hemos pensado con las respectivas ventajas e inconvenientes de estas opciones, lo hemos considerado de forma minuciosa.Por supuesto, volvamos a los organizadores gráficos que hemos utilizado anteriormente para reflejar todos los detalles y para incluirlo en ellos, como si fuese una tarea asignada para realizar de forma escrita. Si vamos más allá, hemos de tener presente que cuando tomamos una decision, no hemos de limitarnos a cruzarnos de brazos y dar nuestra decisión por acabada.
Tenemos que estar dispuestos a escuchar otros puntos de vista y a considerarlos minuciosamente y con respeto. Quizás otra persona ha descubierto alguna otra cosa relevante que nosotros hemos obviado. Y si es así, hemos de estar dispuestos a cambiar de idea.
Permanezcamos siempre con una mentalidad abierta.
VII. Un mundo donde la acción es guiada por un buen pensamiento.
Pensad en cómo sería el mundo si aprendiesemos a pensar y a tomar decisiones de este tipo como algo natural e inherente a nuestro modo de vivir. Niños de 3 y 4 años pueden iniciar este camino y continuar hasta cursos más avanzados- de hecho esto ha venido ocurriendo en colegios de España que han estado involucrados y comprometidos con TBL («Thinking Based Learning o Enseñanza basada en el pensamiento»).
La toma de decisiones con destreza acaba siendo no solo un vehículo para un buen aprendizaje sino una destreza para aprender a vivir. Y lo mismo ocurre con las demás destrezas de pensamiento que los alumnos han ido adquiriendo en la escuela. Concluiré esta explicación con una simple pregunta. Sabemos, de hecho que la Enseñanza del pensamiento funciona.
¿Por qué no se enseña en todos los colegios de España este modo de pensar a los alumnos?

El Aprendizaje Basado en el pensamiento es una guía para iniciarte en el trabajo de presentar a tus alumnos las destrezas de pensamiento en el aula, a través de pautas o como Swartz los llama «mapas» de pensamiento, que secuencian el proceso de pensamiento.
Pero crear una verdadera cultura de pensamiento en el aula viene una vez se supera la pauta, y los alumnos desbordan los organizadores gráficos, eligiendo su propio camino. Porque el pensamiento no se puede pautar ni encasillar.
Nuestro agradecimiento a Robert Swartz, por cedernos este artículo para su publicación en este blog.
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