El pasado 26 de Enero (2016) disfrutamos en la Comunidad de Madrid de la presencia de Javier Tourón y Stephen Pfeiffer, que nos hablaron de identificación y desarrollo del talento. Su intervención quedó grabada y compartimos el vídeo con todos vosotros:
La escuela quiere ser inclusiva solo a costa de homogeneizar a los alumnos. Seguimos enseñando al alumno medio y quejándonos de la ratio, esperando que a menos alumnos, «toquemos» a menos «diversidad». Pero los alumnos seguirán aprendiendo a distinto ritmo y con distintas estrategias, aún cuando lleguemos a esa hipotética ratio que satisface las demandas del profesorado, y que baja a medida que las administraciones acceden a estas demandas.
Pero la inclusión no es cuestión de recursos, ni de métodos, ni de ratio. Es cuestión de docentes.
No existen métodos, escuelas ni aulas inclusivas. Sino docentes inclusivos.
La Rebelión del Talento
Todos los alumnos son diferentes y todos aprenden de distinta forma y a distinto ritmo. Sus intereses, personalidad, habilidades, capacidad, motivación, autonomía y educación familiar, interrelacionan entre sí creando diferencias que influyen en su aprendizaje. El maestro además aporta al aula su propio bagage.
Cuando el aprendizaje en el aula se administra de forma que el maestro explica, programa y diseña cada tarea, marcando el paso del aprendizaje, también el nivel de complejidad y profundidad, no hay más remedio, o todos aprenden igual, o nos faltan recursos -sacar del aula- para atender a los que no se adaptan a mi. Diseñamos el aprendizaje como el que «despacha rancho» para todos los «soldados» igual, la misma ración. Y toda desviación de esta «media», es, sin duda, un «defecto» del alumno.
Sin embargo existe otra forma de enseñar. Es decir, de aprender. Una metodología que permite distintas velocidades dentro del aula, que propone ejercicios multinivel, que tiene en cuenta los intereses de cada alumno, que permite a cada uno brillar allí donde cada uno es más capaz. Una forma donde el impacto del ratio no es tan palpable y donde el maestro se convierte en un magnífico «chef» que prepara un buffet con todos los nutrientes que sus alumnos necesitan, permitiendo que cada uno se sirva tanto como desee, ofreciendo guía para una alimentación equilibrada. Existe, y no es una utopía. Un aprendizaje que parte del alumno y le reta a llegar tan lejos como su potencial, motivación e intereses le llevan en cada momento.

Todos los investigadores internacionales, Gagné, Pfeiffer, Tourón, Renzulli, NAGC, etc.. vienen a coincidir en que debemos identificar el talento desde una visión más amplia, entendiendo que estamos ante un potencial que debe ser estimulado y retado por la escuela si queremos servir a estos niños, que deben dejar de ser «alumnos de 2ª» que «no necesitan apoyo». Centrarse en el CI y establecer un criterio de corte fijo, sea éste el que sea, es obsoleto y está en contra de todo el trabajo de investigación y seguimiento estadístico llevado a cabo en los últimos 30 años, desde los campos de la neurología, la psicología, la pedagogía y las experiencias educativas.
Romper esta barrera y entender el talento como un potencial para atenderlo dentro de un cambio metodológico y cultural, fué el principal objetivo de estas jornadas. Esperamos así poner las bases de un cambio que no tarde en llegar, en la Comunidad de Madrid y en el resto de Comunidades Autónomas. En España seguimos empeñados en modelos de identificación basados exclusivamente en el CI y en establecer criterios adicionales de lo más variopintos para, al final, tan sólo acceder a esa «doble ración de rancho».
Por eso, difundir el contenido de estas jornadas, se nos antoja una labor prioritaria, para todos, maestros y padres, los que esperamos una verdadera escuela inclusiva capaz de atender a toda la diversidad y para los que estamos convencidos de que «el talento no se etiqueta, se potencia» (Roberto Ranz).
Esperamos lo disfrutes tanto como lo hemos disfrutado nosotras (pincha en el texto para acceder al vídeo de las jornadas):
Si la escuela es capaz de crear el entorno y estímulo adecuados para desarrollar el potencial de todos sus alumnos, también la excelencia dejará de ser algo excepcional
La Rebelión del talento
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