El concepto de personalizar la educación empieza a abrirse camino en redes, jornadas y publicaciones. Como todo en educación, tristemente, antes de que un término empiece siquiera a abordarse de un modo profundo, surgen decenas de aspirantes a expertos que transgiversan, en su afán de protagonismo, desde el podio que le ofrece sus puestos, rango o conexiones.
Personalizar el aprendizaje no es un modelo, una pauta, una teoría. Tampoco es un diseño de programación, ni tiene que ver con definir tareas específicas para alumnos específicos, que deben realizar solos. No es individualizar. No es aislar.
Personalizar es poner el foco en el desarrollo de la persona. Es entender que educar no consiste en evaluar en qué medida un alumno identifica, reconoce o recuerda las partes de una planta, sino preguntarnos ¿Para qué necesita aprender esto? ¿En qué medida le permite comprender el mundo que le rodea, conocerse a sí mismo, desarrollar sus fortalezas y destrezas, conectar con su futuro, prepararle para afrontar los retos personales y profesionales a los que se enfrentará en su futuro?
Personalizar es comprender que la educación sirve a la persona. Que el contenido sirve al desarrollo. Que la escuela tiene valor como entorno de interacción. Interacción entre el docente y sus alumnos y entre los alumnos. Pero «interacción» no es juzgar, evaluar y corregir. No es limitar y pautar. Interacción es guiar, estimular, retar, ofrecernos otros puntos de vista, mejorar nuestros procesos, fortalecer nuestro «yo», hacernos sentir capaces, ilusionarlos, motivarnos, interesarnos, retarnos.
Personalizar es ni más ni menos, que asumir la responsabilidad que tenemos de convertirnos en sujetos de valor para todos y cada uno de nuestros alumnos. Que el progreso de nuestros alumnos es nuestra responsabilidad. Que el alumno no llega a la escuela para adaptarse a nuestro modelo, nuestras expectativas y nuestras pautas, sino para desarrollarse sobre sí mismo.
Seamos rigurosos. Seamos responsables. Seamos honestos. Porque corromper las ideas y vestirlas de lo que no son, las despoja de toda posibilidad de transformar las aulas y eso supone traicionar el futuro de miles de pequeños.
Informe Delphi sobre Personalización
Impuls Educatiu
Varios expertos de todo el mundo que han participado en el informe Delphi Personalizar, un modelo para una educación de calidad en el siglo XXI, hablaron de lo que significa personalizar en el mundo educativo.

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